Muere por las Sombras [Temporada Final]

(16) Magia Sombría

El paisaje boscoso se movía rápidamente como una metáfora de las estaciones. Se veían algunos animales corretear de un lado a otro tapando sus madrigueras por el próximo par de meses y algunos árboles pequeños adornados por los pimpollos que pronto se abrirían. Kayn trajo a Kuma de vuelta en invierno, se habían estado adaptando a sus nuevas responsabilidades durante la temporada de lluvias y ahora que la primavera estaba dando los indicios de su comienzo otro ciclo se cerraba con la esperanza de que, esta vez, fuera para siempre. Así de rápido pasaba el tiempo ese último año.

Sin prestar excesiva atención al paso de las consecuencias miró a sus silenciosos acompañantes sentados al frente.
Notó a Kuma dormida y a Zed arraigado firmemente a su mano entrelazado a los delicados dedos de su hija. El carruaje pasó sobre una piedra y con el movimiento la albina se quejó cambiando de posición hasta recostarse sobre el hombro de su padre. Zed se sintió reconfortado con eso, como si un poco de afecto lo aliviara de su tormentosa mente.

—Theo deberá revisarla al llegar—. El mayor cortó el silencio de una vez, sabiendo que Kayn los estaba mirando. —No siento sus sombras—.

El líder tragó saliva mirando a Kuma fijamente. —Las recuperará con el tiempo—.

Zed no pareció conforme con la respuesta. —Las sombras no son neutras—, habló despacio —O matas por ellas o ellas te matan a ti—.

Kayn asintió sabiendo perfectamente a lo que Zed se refería. Sin embargo estaba seguro que Kuma estaba fuera de la categoría de desechables para la Sombra Madre, si no fuera de ese modo la habría matado el mismo día del ritual. Con eso en mente, dedujo que si Kuma se aferraba a él como representante de la Sombra se mantendría a salvo.
—Entonces...— dudó tragando saliva al cambiar de tema —¿A quién más está revisando Theo?—

Zed lo miró. Sabía que Kayn era en extremo frívolo y fuerte, mas también un líder nato que sabe la importancia de sus seguidores, un hombre inteligente que sabía lo que estaba en riesgo de perder, pero sobre todo un humano que cometía errores.
—Habían 31 heridos—, respondió. —Seré honesto, no sé a cuantos pudo salvar... está por su cuenta—.

Kayn se llevó la mano al entrecejo y lo presionó resoplando, claramente estresado. —Es patético que solo tengamos un médico en la Orden—.

—Es el único cuyo Don Sombrío se manifestó de esa forma... Pero es cierto que no puede cargar solo con todo esto, Ambush se está ocupando de conseguirle ayuda—.

—¿Ambush sigue con vida? Al menos eso es bueno—.

—Ni siquiera estuvo la noche del ataque—, respondió Zed. —Estaba con Borina y regresó al amanecer, cuando Kuma ya se había hecho cargo de la situación—.
Kayn resopló con fastidio sin saber si lo del informante era una bendición o una maldición.
Su mentor esperó que se recomponga y cuando lo notó más calmado decidió volver a preguntar. —¿Qué recuerdas?—