Conoces mucho de la defensa personal y también eres hermana de Becca, las dos solían vivir en el búnker porque ella siempre estaba trabajando en su laboratorio, el búnker era como su casa. Después de que ALIE empezara a actuar de forma diferente Bec...
Es de mañana y el cielo está parcialmente nublado, se siente tan bien con el viento que pasa.
"Los voy a extrañar, chicos". Dije con expresión triste mientras me apartaba del abrazo de Raven y abrazaba a Clarke que estaba a su lado.
Se van a Arkadia hoy, Echo se va con Bellamy como nuestra embajadora en Arkadia y Octavia se queda aquí con su novio como embajadora de Skaikru, Murphy por otro lado me pidió permiso para pasar algún tiempo en mi búnker con Emori.
"Nosotros también te extrañaremos __________". Dijo Clarke con una sonrisa triste echándose hacia atrás, Raven ahora estaba arrodillada y jugando con mis perros.
Me despedí de todos hasta que fue el turno de Abby.
"No te preocupes, haré lo mejor que pueda". Aseguró Abby dándome un golpecito en el hombro.
"Gracias Abby". Le dije llevándola a un abrazo.
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Espero que tenga éxito, ella es mi única esperanza de tener hijos, todavía no sé qué dirá Lexa, se negará o no.
Me aparté de Abby y los miré mientras se alejaban, le hice un gesto con la mano a Raven cuando miró hacia atrás, la chica felizmente me devolvió el favor agitando su mano y luego miró hacia adelante.
Sentí una figura acercándose a mí y colocando una mano en mi cintura, supe que era mi esposa.
Esposa... estoy tratando de acostumbrarme a eso. "¿Estás bien?". Ella preguntó en voz baja.
"Nunca he estado mejor". Le respondí sonriendo felizmente y la miré, sus ojos brillaban como la primera vez.
"Será mejor que me vaya, no quiero que los sangre nocturna esperen más". Dije.
"Es tu primer día entrenando, ¿Estás nerviosa?". Preguntó haciéndome girar hacia ella.
"No, en realidad estoy emocionada". Dije con un poco de emoción, Lexa asintió con la cabeza con una sonrisa tomando mi mano entre las suyas y la apreté suavemente.
"¿Así que te veo al atardecer?". Miré a Lexa en busca de respuesta y ella asintió con la cabeza.
"Ahora vete, mucha suerte". Dijo sonriendo.
"No, no necesito suerte, tengo amor". Dije sonriendo mientras me alejaba lentamente y soltaba su mano. "Chicos, vamos". Llamé a mis pequeños Huskies.
Lexa negó con la cabeza y apretó los labios para evitar que su sonrisa creciera.
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