Conoces mucho de la defensa personal y también eres hermana de Becca, las dos solían vivir en el búnker porque ella siempre estaba trabajando en su laboratorio, el búnker era como su casa. Después de que ALIE empezara a actuar de forma diferente Bec...
Ha llegado la noche y es hora de la reunión. "Lexa es hora". Le dije a Lexa pero no obtuve respuesta de ella, estaba sentada en el suelo con la espalda apoyada en la cama, sus ojos estaban cerrados, lo hace a veces para calmarse o hablar con los comandantes.
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Me senté a su lado agarrando su mano y apretándole gentilmente, Lexa abrió los ojos y me miró cuando se dio cuenta de mi presencia. "Es hora de irse". Dije cuando por fin se dio cuenta de los alrededores. "Pareces preocupada de nuevo ¿Estás bien?". La miré preocupada cuando vi la mirada en sus ojos.
"No importa lo que pase en esa habitación, quiero que sepas que solo estoy tratando de protegerte". Dijo Lexa con una mirada de culpa en sus ojos.
"¿Te pasa algo? Sabes que puedes decirme cualquier cosa Lexa". La forma en que me miraba y sus palabras me preocupaban.
"No pasa nada, yo... solo no quiero perderte __________, eso es todo". Lexa negó con la cabeza mirándome con sus ojos amorosos.
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La traje para un abrazo envolviendo mis manos alrededor de su cuello. "No lo harás". Dije y sentí sus manos envolver mi cintura, Lexa apretó su agarre alrededor de mi cintura sosteniéndome en su abrazo solo por un corto tiempo
Una vez que nos retiramos, las dos nos levantamos y Lexa agarró su chaleco de Comandante poniéndoselo. "Todo va a estar bien". Le aseguré, ella asintió con la cabeza y ambas caminamos hacia la puerta saliendo de la habitación.
Pronto nos acercamos a la sala del trono y los guardias se inclinaron ante Lexa que nos abrió la puerta.
Caminé detrás de Lexa cuando entramos en la habitación, la habitación estaba llena de rodadores y gente del cielo.
Lexa caminando hacia su trono y yo me paré a un lado de ella, con Gaia ya estábamos de pie, Indra y Gustus estaban en el lado opuesto.
Todos, incluyéndome a mí, nos arrodillamos cuando Lexa se dio la vuelta. "Arriba". Dijo Lexa y su voz resonó en la gran sala.
