Capítulo 3.

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Despertar, ducharse, vestirse, desayunar, ir directo a la oficina. Esa es la rutina de Eunbi, todos los días a excepción del fin de semana que es el único momento en el que puede disfrutar de su tiempo libre; desde que su padre tuvo que tomarse un descanso para cuidar de su salud, la joven coreana asumió el cargo de su padre con responsabilidad, aunque algunas veces se arrepiente porque en el fondo sabe que está malgastando su vida allí, pero en su mente aparece nuevamente la imagen de su padre quien con esfuerzo ha logrado sacar aquella empresa adelante, no puede simplemente arrojar todo por la borda, debe mantenerse fuerte por lo menos hasta que su padre se mejore.

Al llegar a casa encontró a su madre profundamente dormida en su habitación, decidió no molestarla pues ella tampoco tenía muchas ganas de hablar ahora. Se tiró al sofá de la sala, ese era el único momento en el que podía descansar como se debe después de un largo día en la oficina y de tantos problemas, es hora de relajarse un poco.

Encendió su teléfono y miró algunos de los mensajes que tenía, la mayoría eran de Chaeyeon diciendo que mañana comenzaban las entrevistas para el puesto de asistente, eso realmente se ha vuelto un dolor de cabeza para Eunbi, pero no se puede echar para atrás.

Su teléfono comenzó a sonar y contestó sin ver de quien se trata, ya que estaba tan cansada que sólo quiere irse a dormir.

-Eunbi, lamento molestarte. Necesito tú ayuda urgente.

-¿Yeji? ¿Qué sucede?

-Ayer en el bar me olvidé de mi teléfono, y ahora mismo no puedo salir de casa. ¿Podrías ir a buscarlo? Ya hablé con el barman y me está esperando.

-Agh, está bien. Pero me debes una, eh.

-Gracias unnie. Hasta luego.

La pelicorta tomó su abrigo, las llaves del auto y condujo hasta el bar del centro que no se encuentraba tan lejos de su hogar, se había prometido a sí misma y a su amiga Hitomi que no volvería a pisar aquel lugar, sin embargo más que ayudar a su amiga, hay otra razón, una que está oculta en su interior, y sí, se trata sobre la chica que defendió ayer, de alguna manera estuvo pensando en ella toda la tarde. Es algo extraño, no hay motivos por los que debería preocuparse por esa desconocida, no sabe por que sigue en su mente la voz de la chica, le gustaría saber su nombre y espera encontrarla para saber si se encuentra bien.

Sólo eso, tal vez así se queda más tranquila, y deja de pensar en ella de una vez.

Bajó del auto y entró al establecimiento, el cual estaba demasiado lleno, al parecer había más personas que ayer. Se acercó a la barra llamando la atención del chico.

-Bienvenida, ¿Qué desea beber?

-Nada, en realidad vengo por el teléfono de una amiga.

-¿Hwang Yeji?

-Sí.

-Aquí tiene.- el muchacho le entregó el teléfono.

-Gracias. Oye sabes, cambié de opinión, ahora quiero un coctel.

-Enseguida estará.- sonrió.

-¿Puedo preguntarte algo?- el chico sonrió nuevamente.

-Adelante.

-¿Estuviste trabajando aquí ayer?

-Sí.

-¿Recuerdas que hubo una pelea y estuvo involucrada una de las meseras de aquí?

-Claro que sí, pero no entiendo que tiene que ver en todo esto.

-Esa chica ¿Está aquí?

-Mmm no, hoy le dieron el día libre. Siento pena por ella, es muy joven y está lejos de su hogar.- comentó decepcionado.

Make me love you [Ssambi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora