Make me love you [Ssambi]

Capítulo 7.

El tráfico de la ciudad no le permitió llegar temprano a la empresa, se siente un poco avergonzada pues ella es un poco exigente con los horarios y con esto se contradice a sí misma, aunque bueno, no era su culpa que las calles estuvieran tan congestionadas de autos.

Al entrar todos la miraron algo sorprendidos, pues les resulta algo extraño que Kwon Eunbi llegue tarde, sin embargo la menor no le prestó atención a ello, entró a su oficina y se dió cuenta de que todo estaba organizado, incluso las carpetas que había dejado algo desordenadas el día anterior.

Escuchó algunos golpes bajos en la puerta de la oficina.

-Adelante.

Sus ojos se fijaron en la pelicorta, quien vestía una falda color gris, y una blusa a rayas, su cabello cabello corto se le veía bastante bien, y sin saber el porque su mirada se encuentraba fija en Chaewon, le parecía bastante atractiva aunque no lo quisiera admitir.

-Buen día Srta. Kwon.- Hizo una reverencia.

-Buen día Kim, lamento la tardanza. ¿Alguna novedad?

-Tiene una reunión con los socios dentro de dos horas, y la Srta. Hitomi quiere hablar con usted.

-Perfecto, gracias. Puedes retirarte, si necesito algo te aviso.

Chaewon asintió, estuvo apunto de marcharse pero no podía dejar pasar esta oportunidad de preguntarle a la pelinegra si aún la recuerda, sin saberlo se quedó observando a la menor con detalle, ¿Y si Yuri tenía razón? Tal vez le gustaba desde que la vió en el bar, y cuando la defendió de ese ebrio.

Eunbi levantó la mirada y la observó nuevamente, curiosa ante su actitud.

-Chaewon ¿Estás bien?- preguntó algo curiosa.

-Eunbi unnie, ¿Te acuerdas de mí?

-¿Creés que olvido tan fácil? Claro que te recuerdo, eres la chica del bar.

Chaewon se sintió feliz ante su respuesta, porque si algo había pedido durante estos días era que Eunbi no la olvidara. Sin embargo no esperaba escuchar lo que la mayor tenía para decirle.

-Pero te pido por favor que no hablemos de ello, ahora mismo estoy ocupada con cuestiones más importantes.- decía mientras acomodaba algunos documentos que estaban en su escritorio, tratando de evitar ma mirada de la menor.

-¿Estás enojada? Lamento no haberte agradecido, intenté buscarte pero no sabía tú nombre, ni donde encontrarte.

-No te disculpes Chaewon, solo olvídalo. No quiero que se vuelva a hablar del tema. ¿Entendido?- la miró fijo y Chaewon asintió con algo de decepción en su mirada.

Salió de la oficina sin decir palabra alguna, mientras que la mayor apoyó su cabeza en el espaldar de la silla, tal vez no debió hablarle así, pero su lado cobarde no pudo evitarlo, y sí, aunque no quisiera admitirlo, estaba asustada de lo que podía ocurrir con lo que siente.

Nunca había pensado toda la noche en alguien hasta quedarse dormida, jamás se había peleado por alguien, eso hasta que conoció a Chaewon, quien ahora no sale de su mente ni un segundo ¿Qué es esto? ¿Un dorama acaso? Ni siquiera ella lo sabe con seguridad, todo parece una estúpida broma.

Al salir de la oficina Chaewon hizo lo que le pidió Eunbi, se sentía como una idiota por haberse ilusionado, es más, ¿Por qué lo hizo? La mayor sólo la defendió en el bar, nunca hablaron más, ni siquiera la conoce lo suficiente, ¿Por qué debería tan siquiera sentirse ilusionada con ella?, es algo que ni siquiera tiene sentido ahora que lo piensa detenidamente, pero aunque no tenga sentido alguno, esa era la manera en la que se sentía y no podía evitarlo.

-Disculpa ¿Estás bien?- Chaewon salió de su trance y se fijó en la persona que le estaba hablando.

-Eh... Sí.- Sonrió.

-¿Eres la nueva asistente de Eunbi?

-Mmm Sí, ¿Quiere que le de algún mensaje?

-Sí, avísale que quiero verla. Mi nombre es Hwang Hyunjin.

Chaewon tomó el teléfono y marcó el número para comunicarse con Eunbi, su llamado fue atendido de inmediato.

-Srta. Kwon, el joven Hwang Hyunjin quiere hablar con usted. ¿Lo hago pasar?

-Si, gracias.

La Japonesa lo invitó a pasar a la oficina de Eunbi, el chico le agradeció amablemente. Al entrar a la oficina recibió una mirada seria por parte de la CEO, se sentó justo en frente de ella.

-Hola Eunbi- saludó con una sonrisa.

-¿Qué quieres?- dijo sin importancia.

-Hey tranquila, no me dijiste que tienes nueva asistente.

-¿Por qué tendría que hacerlo? No son asuntos de tú incumbencia.

-De ahora en adelante sí, trabajaré contigo en el próximo proyecto.- decía con una sonrisa sarcástica.

-¿Quién te lo pidió? ¿Mi madre?- Hyunjin asintió.

-Voy a ganarme tú confianza, pero tratemos por empezar de cero.- el chico se burlaba de la pelinegra.

-¿Puedes irte? Tengo unos llamados que hacer.- la mayor decía mientras le señalaba la puerta con su lapicero.

Hyunjin asintió, y salió de la oficina de la mayor. Decidió acercarse a Chaewon, quien estaba concentrada en la pantalla del computador.

-Hola.- Sonrió.

-Hola, Sr. Hwang ¿Necesita algo?

-No, yo sólo pasaba a saludar. Me presenté contigo hace un rato, pero no sé tú nombre.

-Soy Kim Chaewon.- decía con una pequeña sonrisa.

-Un gusto conocerte Chaewon, bienvenida a la empresa. Y por favor no me digas Sr. Hwang, dime Hyunjin.

-Está bien.- Sonrió con un leve sonrojo.

-Bueno, hasta luego Chaewon.- Le guiño.

Después de todo el día no va tan mal, incluso luego de las palabras de Eunbi, que por alguna razón le hicieron sentirse decepcionada, pero haría lo que la mayor le pidió.

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Yena no conocía el significado de la palabra aburrimiento hasta este día, aunque ayer pasó un buen momento junto a Eunbi, hoy su profesora de arte no pudo ir a dictar las clases.

No podía irse de la academia con el clima tan lluvioso, y para su mala suerte había olvidado el paraguas en casa. Optó por continuar el dibujo que estaba haciendo desde ayer, era la silueta de una chica, hoy se prometió continuar con los otros detalles que faltaban, ese era su plan hasta que vió que alguien se sentó justo en frente de ella.

-Hola, ¿Te molesta si me siento por un momento?

-Hola, no, no hay problema.- decía con una leve sonrisa.

-Mi nombre es Song Yuqi, soy de la facultad de música, compartimos la clase de arte.

-Soy Choi Yena.

-Noté que no hablas mucho ¿Eres nueva?- decía con algo de intriga.

-Si, digamos que no conozco a casi nadie y bueno me es difícil socializar.- Explicó con calma la chica.

Yuqi sonrió, pues eso le sucedió cuando entró por primera vez a la academia.

-Entiendo, aunque por ser la chica nueva causas curiosidad en los demás.

-¿Causé curiosidad en tí?- Su seguridad provocó un sonrojo en la mayor, no imaginaba que fuera una persona un tanto directa.

-Un poco. ¿Tienes clases ahora?- Habló tratando de cambiar el tema.

-No, se canceló y bueno no me puedo ir a casa con esta lluvia. Entonces prefiero quedarme aquí dibujando un rato.

-¿Te molesto? Si quieres puedo irme.- decía mientras señalaba con sus pulgares el lado contrario del lugar.

-No, tranquila. No quiero estar sola.- sonrió

Al parecer no era tan mala haciendo amigas como ella creía.