Capítulo 4

63 6 9
                                    

Killua acababa de caer dormido, Gon se quedó viendolo un rato y luego desvío su mirada a la ventana del avión.
La noche estaba hermosa, las estrellas brillaban en el cielo, la luna iluminaba las suaves nubes, esto le hizo reír un poco ya que era como la cabellera de Killua, dió un vistazo más abajo y se encontró con la resplandeciente Yorkshin de noche, pequeñas luces moviéndose de aquí para allá, los altos edificios, las calles, todo se veía tan pequeño y brillante; se sumergió en aquel espectáculo que no notó cuando Killua se había acostado sobre el en busca de más calor, allí arriba hacia algo de frío después de todo.

Cuando bajó la vista se encontró con un albino técnicamente sentado sobre el babeando su playera, sus cabellos le hacían cosquillas en la garganta, también noto que hacía muecas extrañas, un sueño raro probablemente, también se retorcía con fuerza, aunque no lo parecía era bastante fuerte y pesado, tenía sus brazos al rededor de la cintura de Gon, era un posición extraña, su torso estaba doblado de manera que se pegara al estómago del más alto y su rostro estaba undido en el pecho del menor mientras que sus piernas estaban a un costado de las ajenas. Gon no pudo evitar reír, el albino parecía contorcionista en esa extraña posición, lo sentó sobre su regazo con cuidado de que no despertara y tomó aquella sudadera verde y lo cobijó con ella, a decir verdad esa era su prenda favorita. Siguió observando por la ventana, en algún punto también abrazó a Killua, brindándole alguna caricia en la cabeza o mejija de vez en cuando, se parecía a un adorable peluche de felpa gigante, sí, Gon tenía sierta debilidad por las cosas pachonchitas (en mi país se usa para referirse a algo suave y acolchonado), era tanta su debilidad que terminó dormido aferradisimo a Killua.

~<0w0>~

- Gon... Oni-chan... - escucharon una dulce voz - Gon, Oni-chan! - se escuchó con más fuerza, los aludidos se estaban por despertar cuando un tremendo grito se escuchó - ¡Gon! ¡Oni-chaaan!, ¡despierten! - los dos abrieron su ojos de golpe observando a su alrededor algo somnolientos.

- ¿Qué sucede Alluka? - preguntó Killua que se tallaba los ojos con pereza.

- Faltan 13 minutos para llegar a Padokia, ¡así que prepárense! - ambos asintieron - Bien - Alluka se dio la vuelta y fue directo con Mito.

- Vamos Killua.

- Si.. - Killua estaba por ir al baño pero algo lo detuvo, ¿desde cuando estaba sentado y en los brazos de Gon? Y más importante, ¡¿por qué el lo recibía?! - G-gon... - sus mejillas se colorearon un poco.

- ¿Qué pasa Killua?

- P-podrías dejar de sujetarme...?

- Ah, claro - lo soltó con una sonrisa amigable en su rostro.

Killua técnicamente huyó al baño un poquito avergonzado, nunca en su vida había dormido en el regazo de alguien, tenía que admitir que era bastante cómodo y tibio. Sacudió la cabeza ante este pensamiento y decidió que lo mejor sería volver, salió y cuando estaba por llegar al asiento pudo ver a un Gon fusionado a la ventana con un rostro de ilusión y emoción, el no salía mucho por la falta de tiempo libre, esto para el era bastante emocionante, soltó una risita y se acercó a él.

- ¿Qué miras? - se acercó un poco para echar un vistazo.

- ¡Killua!, mira mira, ya estamos sobre la ciudad!, ¡waaaah, es enorme! - Gon parecía un niño al cual le acaban de comprar un juguete nuevo, todo feliz y emocionado.

- Si, Gon, es enorme - se sentó.

- Killua, cuando lleguemos a Dentora muestrame aquel lugar de tu historia, ¿si? - hizo una cara de ilusión.

- Si, te la mostraré.

- ¡Yeeeii!

~<0w0>~

La primera estrella de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora