Ella nuevamente

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Después de terminar de almorzar con Amanda y llevarla hasta el hotel donde se hospedaba, me sentí un poco mas liberado, ya que por alguna razón un silencio invadió el auto de camino de camino al hotel.

Una vez que la deje ahí, me dirigí a la playa donde estaban mis amigos. Honestamente este ultimo año no había disfrutado las vacaciones con ellos, ya sea por pasar todo el tiempo buscando a esa chica o por estar con ella, sin importarme que ella se portara un poco indiferente conmigo. Por eso decidí pasar lo que resta del día con ellos.

Me quite los zapatos y comencé a caminar por la playa, la arena en mis pies se sentía agradable, era reconfortante. Me iba acercando al lugar en donde se encontraban ellos, pero me detuve a la mitad del camino, frene para verlos mejor, ver como se divertían, como disfrutaban el momento, tan alegres y despreocupados. Hace no mucho tiempo, así era yo, así estaba en cada vacaciones y en todo momento , pero luego alguien se metió en mi cabeza como se se apoderara de ella y después todo simplemente cambio, lo malo es que aun no se si será para mejora.

Me acerque a ellos y se alegraron de verme. Pasaos una buena tarde, a decir verdad, deseaba que el tiempo se detuviera en ese lugar, con ellos ahí, pero por mas que me resistiera, también pensaba en ella, en que también estuviese ahí.

El sol comenzaba a meterse, dejando ver un esplendido atardecer, era rojo, tan intenso, tan profundo. Después el cielo se adorno con las estrellas de la noche y esa pasión que antes se veía en el cielo, se convirtió en un perfecto escenario para una velada romántica. Pero ese no seria mi caso.

Quedamos de ir a un bar en la playa, los chicos mencionaron que aquí eran muy comunes y ansiaban ir a uno. Para ser sincero también me gustaba la idea, buena música, ambiente agradable y lo mejor de todo, bajo la luz dela luna.

Llegamos y mas que un bar, parecía un lugar para citas románticas, había una luz tenue la cual daba cierta serenidad, velas aromáticas por todos lados, adornos florales e incluso aun estaban las decoraciones por San Valentín, al parecer hay quienes celebran esa fecha durante un par de días mas. Aun así entramos y nos sentamos en la barra, era ese el sitio menos cursi del lugar, donde no había parejas prometiéndose la luna y las estrellas. Pedimos unos tragos para relajarnos un poco. Todo parecía estar marchando bien , me sentía tranquilo y despreocupado, pero entonces mi mayor preocupación apareció de pronto.

De nuevo un vestido rojo cubría su delgada figura, sin duda ese color le quedaba mejor que cualquier otro, aunque creo que a ella todo se le ve genial. Ella era mi preocupación, pero como podía verse tan despreocupada.

La vi entrar, a su lado venia su hermana, las observe mientras se sentaban en una mesa y ordenaban algo de tomar, ella ni siquiera me notaba, en cambio yo no podía quitarle la vista de encima.

Veía como llegaban chicos a ofrecerles tragos e invitarlos a bailar, en varias ocasiones estuve apunto de levantarme y dirigirme hacia allá, sin embargo ella rechazaba cada una de esas propuestas, por un momento pensé que yo podría ser el motivo por el cual ella no aceptara, aunque también estaba la idea de que simplemente no quisiera saber nada respecto a chicos.

Había pasado ya un rato desde que llegamos y aunque mis amigos tenían buen ambiente, yo realmente quería ir a ella.

Así que solo me levante, con ese impulso que solo tengo cuando se trata de ella, me acerque a ella. Cuando me vio se sorprendió, no pude descifrar si era sorpresa de emoción o decepción.

La tome del brazo justo cuando decía -Harry recuerdas a mi hermana...

-Mucho gusto, me la prestas un momento- dije dirigiéndome a la chica al lado de ella.

Apenas escuche como ella decía "Si, claro", cuando comencé a caminar para salir de aquel lugar, con mi mano apretando el delgado brazo de Amanda. -Harry ¿a donde vamos?-pregunto la chica que había tomado como prisionera. Aunque si lo pienso bien, ella no se negó

Salimos del lugar, nos encontrábamos a unos cuantos paso del mar, el clima era fresco y por una extraña razón eso me entristecía.

No tenia un plan. Solo quería salir corriendo con ella, pero la cuestión es ¿ella quería huir también conmigo? no lo sabia, pero lo descubriría, el nuevo plan seria, confesarle mis sentimientos y rezar por que los aceptara.

-Amanda, me gustas- dije de pronto, sin pensarlo, sin dar un paso atrás.

-Tu también me gustas- contesto al instante y mi corazón comenzó a latir como nunca.- Eres un buen chico- añadió y mi corazón casi deja de latir.

-No me refería a eso, me gustas, me atraes- mencione, intentando ser un poco mas especifico esta vez.

-Y tu a mi, recuerda que también yo te bese- respondió y nuevamente creí en nosotros.-Me gustas como la mas grande aventura que he tenido- agrego y mis esperanzas desparecieron de nuevo, esta vez creo que seria para siempre.

-Tampoco me refiero a eso Amanda, te digo que te quiero, que eres la chica que siempre había soñado, se que es muy absurdo, pero eso es lo que siento- solté mis sentimientos y ella solo guardo silencio.



Cada 14 De FebreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora