¿Por que no es lo que esperaba?

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Emily llego a la azotea y se sentó a mi lado, creo que al ver mi rostro desanimado supo que las cosas no habían salido como yo deseaba.

-¿Que tal fue todo? -pregunto.

-¿Haz deseado algo en tu vida, con todo el corazón?- respondí.

-Creo que todos lo hemos hecho.

-Y ¿Cuándo ese deseo se cumple como se supone que se debe sentir? es decir, obtener lo que deseas.

-A decir verdad mi deseo aun no se cumple, pero por lo que veo, el tuyo se cumplió y no fue lo que esperabas ¿cierto?-Ella me conocía tan bien, tanto que sabia lo que sentía en esos momentos.

-No es que yo no haya sentido algo sabes, es ella, la que parece tan feliz como yo sabes- respondí

-Harry la verdad es que no puedes pedir mas de ella, es decir solo se habían visto una vez y hace ya tiempo, tampoco conocías los sentimientos de ella por ti, de aquel día- dijo, esas palabras por mas duras que sonaran, eran reales, no sabia lo que Amanda sentía por mi.

-Aunque lo se, por un momento llegue a creer que el sentimiento había sido mutuo- respondí, seguido de un gran suspiro.

-Quizá si lo sea y si no es así, por lo menos tu ya has dado lo mejor de ti y vaya que lo has dado, amenos no podrás arrepentirte luego.

Ella tenia razón, sin embargo yo quería estar con Amanda.

Necesitaba estar con ella.

Regresamos a la habitación y fui directo a la cama, pero casi no dormí, no podía dejar de pensar en todo, en ella, en lo que sentía, en el hecho de que una vez que se valla no la volveré a ver.

En la mañana siguiente me levante temprano y la espere en el lobby del hotel donde ella se hospedaba, espere un rato hasta que la vi bajando las escaleras, llévala puesto una falda corta, color amarillo, con una blusa del mismo color que se pegaba completamente a su cuerpo, era un tono que combinaba totalmente con su cabello.

-Amanda-la llame, ya que estaba tan concentrada sonriendo tan naturalmente, que pase desapercibido para ella.

-¡Harry!¡Hola!¿que haces aquí?-pregunto, como si se sorprendiera al verme, ¿acaso no espera encontrarse conmigo, después de lo de ayer?

-Quería verte, pensé que podríamos salir a almorzar-respondí temiendo que respondiera que no.

Afortunadamente tuve suerte, ella acento con la cabeza.

Buscamos un sitio cercano a la playa, encontramos uno con un concepto abierto, muy agradable, ideal para una buena charla. Planeaba decirle mis sentimientos, esta vez se lo diría enserio, a decir verdad creía que ella pudo haber mal interpretado las cosas, la noche anterior, por eso necesitaba dejarlo claro, que me gustaba, que realmente tenia sentimientos por ella y que buscaba una oportunidad.

Nos sentamos de frente al mar y comenzamos a charlar sobre el, sobre lo inmenso que era y las miles de historias que guardaba, menciono que ella era fanática de esos cuentos, sus preferidos eran los de las sirenas dijo, de las historias donde estas se enamoraban de los humanos. Dijo que una sirena y un humano no podían estar juntos por siempre, por que el no podría vivir en el fondo del mar, ni ella en tierra firma, así que después de verse un por tiempo, cuando la sirena cree que es el momento adecuado, antes de enamorase aun mas, antes de que les parecía imposible dejar de estar juntos, ello le daba un beso y con eso los recuerdos que tenia el humano de aquella sirena desaparecían por completo, así el podría seguir con su vida, mientras ella se quedaba en el fondo del mar añorándolo.

-Es una historia muy triste- comente, cuando ella termino de contarla.

-Yo pienso que es linda- respondió, mientras sonreía.

-¿Lindo? ¿Un amor unilateral, donde ella es la única que siente algo, es lindo?- pregunte, esperando una respuesta mas coherente.

-Al final de la historia termina siendo así, pero antes no lo era, ella se sacrifico por el, para que pudiese seguir sin sufrimiento, sabes no siempre es tan malo querer a alguien que no comparte ese sentimiento- respondió.

-Lo es, es decir ¿Qué pasa cuando quieres estar con alguien, pero esa persona no quiere estar contigo?

-Simplemente la dejas ir- Amanda dijo estas palabras de forma tan fácil, parecía que nunca antes había querido realmente a quien.

O acaso soy yo aquel que jamás se había enamora antes y por eso no se nada sobre el amor.

Sin embargo, lo que realmente tenia claro es que no quería que esto se quedara en un amor unilateral, quería ser correspondido, deseaba que ella me viera del mismo modo que yo la veía.

-¿En que piensas?- pregunto sacándome de mis pensamientos.

-No es nada, solo que ¿Cómo terminamos hablando de esto?- dije de pronto para no dejarme ver tan bobo.

-Por el mar y lindo que debe ser vivir dentro de el- respondió, seguido de una risa, tan linda se miraba cuando se reía así.

-Seguro que si- dije, luego tome mi bebida y le di un sorbo, a decir verdad estaba muy nervioso y no quería que se notara.

Ya no sabia que decir, había planeado confesarle lo que sentía por ella, pero aunque estaba decidido a hacerlo, después de esa charla descarte a idea, por el momento.

De pronto me di cuenta que nuestra de pensar no era muy similar, en realidad era muy distinta y eso, era algo de que preocuparse.



Cada 14 De FebreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora