Evelynn

1.1K 60 2
                                    

Los rumores habían avanzado por todos los continentes de Runaterra acerca de la guerra que se daría entre jonianos y noxianos, muchos discutían sobre los resultados de estas, pues ambas regiones tenían su fortaleza en los diversos aspectos en los que sobresalían, muchos se sentían un tanto preocupados e incluso temerosos. Sin embargo, existían excepciones. Una bella mujer de tez blanca, cabello magenta, ojos dorados hipnotizantes y pronunciadas curvas se encontraba realmente emocionada por aquel suceso venidero, había llegado al fin a su destino las Tierras Originarias- La gran y hermosa Jonia- se dijo a sí misma mientras descendía del barco en el que se había trasportado, después de haber estado divagando por las demás regiones, la noticia de la guerra venidera a las tierras mágicas fue aquello que había despertado dentro de ella una nueva emoción en todos los años que había vivido, podía sentir y saborear en sus fauces la agonía y el sufrimiento que se daría en pocos meses, su boca se hacía agua tan solo pensarlo, caminó investigando un poco aquellos hermosos paisajes, caminos, ciudades y pueblos. Tenía hambre así que caminó buscando una presa. Así pasaron los días la "joven" se encontraba satisfecha por las victimas que había obtenido en el poco tiempo de estancia en aquellas tierras, decidió que se daría un tiempo para descansar antes de deleitarse con el banquete que se daría en aquellas tierras, mostró su verdadera forma paseándose por los múltiples escenarios boscosos de Jonia de pronto sus ojos se posaron en una extraña capa de humo, se escondió en sus sombras para observar de lo que se trataba sin bajar su guardia. Y allí la vió, una joven joniana cuyo cabello se encontraba suelto salió de aquel humo llevaba heridas por su cuerpo realmente se movía rápido a pesar de sus cortes y de ser atacada constantemente por dos hombres que la perseguían, la súcubo la seguía con sus orbes doradas analizando detenidamente cada paso y movimiento que daba, hasta que luego, la joven de vestiduras verdes terminaba con ambos hombres de un solo corte, ella sonrió y luego pudo observar unas orbes café posarse en sus ojos dorados, no se inmutó pues sentía confianza de la distancia que mantenía y en su habilidad para camuflarse en su sombra.

Después de aquel encuentro la siguió por varios días, observando la rutina que ésta tenía, fue cuando comenzó a analizarla más a fondo encontrando que dentro de esta existía dolor, decepción y un poco de ¿culpa?, la súcubo no sabía que decisión tomar acerca de hacerla su presa sentía curiosidad había intentado descifrar los deseos de la joven sin tener éxito, decidió alejarse de ella volviendo a su cacería en los pequeños pueblos hasta que un día la volvió a encontrar a la ninja meditando en un bosque sintió que tal vez debería juguetear un poco con aquella joven, asustarla, quizás. Tomó la forma de una mujer con cabello magenta para empezar a acercársele en silencio. Sin embargo, no logró su cometido porque un kunai alcanzó a incrustarse cerca de sus pies, haciendo que se quedara estática.

-¿Qué es lo que quieres?- dijo la joven saliendo de su meditación recogiendo su cabello en una coleta

-Disculpa no quería molestar, soy nueva en estas tierras y se me hizo un poco extraño que hubiera alguien solo en los bosques, a menos que esté igual de perdida que yo- respondió la súcubo fingiendo inocencia en su voz

-Ya veo, supongo crees que te guiaré a la salida del bosque, ¿no?- dijo desinteresada levantándose del césped

-Supongo que sí, es algo muy común al ver a alguien perdido en un lugar que no conoce, ¿no?

-Para empezar si es un lugar desconocido, ¿por qué habría de alejarme y aventurarme sin siquiera tener algo para sobrevivir? tú no estás perdida...vete a casa- dijo la de orbes cafés levantándose, cubriendo parte de su rostro con un cubrebocas verde empezando a alejarse de la súcubo quien sonrió juguetona volviendo a insistir, siguiéndola.

-Disculpa, pero acabo de llegar y...

-Exacto, tú no eres joniana y mucho menos un humano – las últimas palabras tomaron por sorpresa a la súcubo quien con una sonrisa respondería siguiéndola

Be Mine-AkalynnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora