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EXTRA Kevin #2

Cronología: Un año antes de los eventos de The Foxhole Court. Esta es la quinta y última parte de Son Nefes.

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# 2 - KEVIN DAY, STRIKER
22 de febrero, Piscis

Virginia organizó el banquete de Navidad ese año, por lo que los Zorros guardaron su ropa bonita en el compartimiento de almacenamiento debajo del autobús y abordaron para un ruidoso viaje hacia el norte. Como era de esperar, los primos se sentaron en la parte de atrás y no hablaron con nadie, pero los estudiantes de último año charlaron entre ellos con una rara y bulliciosa alegría. Las finales habían terminado, se habían clasificado para los campeonatos de primavera y faltaban un fin de semana para las vacaciones de invierno. Incluso Reggie y Juan, que no tenían adónde ir para las vacaciones de Navidad excepto a la casa de Abby, estaban de buen humor.

Sus espíritus se desvanecieron cuando llegaron al estacionamiento del estadio, y el estado de ánimo que impregnaba el autobús ahora era una fuerte mezcla de desafío e incomodidad engreído. Se esperaba que los Fox se presentaran en estos banquetes, ya que estaban organizados y planeados por la NCAA, pero sabían que no eran bienvenidos. Había mucho que sus compañeros podían hacerles cuando todos los entrenadores y el personal del equipo también estaban presentes, pero los apartes sarcásticos y las miradas desdeñosas siempre cortaban. Esas cosas eran más difíciles de manejar aquí que en la cancha, al menos en un juego en el que podían controlar al más rudo de sus oponentes.

Esta noche fue diferente, sin embargo, por primera vez desde el primer banquete de otoño de los Fox. El pequeño equipo finalmente estaba regresando, y su racha ganadora durante la última mitad de la temporada fue suficiente para merecer una reconsideración. Algunos equipos se quedaron atrás, no queriendo jugar bien cuando perdieron ante los Foxes este año, pero otros finalmente hicieron propuestas de amistad. Dan y Renee pasaron la mayor parte de la noche con las cuatro chicas de los Wilkes-Meyer Hornets, Matt fue llevado de un grupo a otro para que la gente pudiera verlo de nuevo, y los Jackdaws fueron lo suficientemente valientes como para buscar a los primos.

Con todo, el banquete no fue ni de lejos el desastre que los Foxes esperaban que fuera, y por primera vez en la historia del equipo no se agacharon temprano. Estaban exhaustos y bostezando cuando Wymack los rodeó y luego los condujo hacia el autobús. Renee vaciló mientras salía de la cancha, luego se frotó los ojos para quitarse el sueño y volvió a mirar. Estaba cansada, pero no lo suficientemente cansada para ver cosas. Wymack no estaba usando lo que había aparecido. La chaqueta era la misma, pero la simple camiseta blanca fue reemplazada por algo azul. Fue extraño, pero no valía la pena preguntar cuando Renee se dio cuenta de que Abby había desaparecido. La apuesta más antigua que tenían los Fox era si Wymack y Abby alguna vez se engancharían.

Esto no era eso, decidió Renee después de otra mirada al rostro de Wymack. Su expresión era tranquila, pero había una tensión tranquila en su lenguaje corporal. Estaba tratando de sacarlos apresuradamente de aquí sin que pareciera que los estaba apurando. Ella no lo retrasaría preguntándole al respecto, así que lo ayudó a espantar a sus compañeros de equipo borrachos por el sueño a través del vestuario y hacia el estacionamiento. Wymack no abrió la puerta del autobús hasta que todos cargaron sus maletas de viaje en el compartimiento, y luego subió primero y se paró cerca del asiento del conductor.

"Sigue en movimiento", dijo, y Renee no entendió la advertencia hasta que su zapato dio el segundo escalón. El autobús olía a sangre. Dan se detuvo en lo alto de las escaleras, pero Wymack la agarró del hombro y le dio un pequeño empujón. "En el autobús, todos ustedes. Vayan, vayan, vayan".

Abby estaba de pie a un lado en la parte superior de la escalera, lo que obligó a los Zorros a pasar junto a ella para pasar por el pasillo y actuar como una barricada física entre ellos y el primer asiento. Dan lanzó una mirada salvaje entre Abby y Wymack antes de lanzarse hacia el segundo banco. Renee entendió mejor su reacción cuando llegó a lo alto de la escalera y se dio cuenta de que había un cuerpo acurrucado en el primer asiento. Abby ya se había cambiado a unos jeans y un suéter, y el vestido que había usado para el evento de esta noche cubría al maltrecho visitante desde la cabeza hasta la cintura. Renee se deslizó junto a Dan, pero no pudo vislumbrar la cara del hombre ni siquiera desde aquí.