¿Who are you? | Kookmin |

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También recuerden tomar awita durante el concierto y dense pequeños breaks. Así como también duerman un rato.
Disfrútenlo mucho Army.

Ahora sí las dejo con el cap.

Maratón 4/4

Días después...

Estos días para el rubio han sido exactamente iguales.

Después del incidente que tuvo en el puente nada a cambiado. Tal como lo advirtió el peligris, seguía sin dirigirle la palabra, al menos las miradas rencorosas habían desaparecido y eso alegraba al rubio.

Con Jungkook tampoco ah habido diferencia, el castaño se pasa día y noche mandándole mensajes y pidiéndole la oportunidad de poder conquistarle pero Jimin sigue con su plan de alejamiento, además de que sigue sin saber exactamente qué es lo que quiere de Jungkook.

Su confusión por no saber que querer del castaño también se debía a cierta presencia de un pelinegro, Taemin, el chico también se la pasa invitandole a todas partes, no va a mentir, le agrada pasar el tiempo con el pelinegro, se la pasaba realmente bien, el chico le hacía reír mucho y le ayudaba a olvidar sus problemas y estrés, Taemin siempre fue un chico lindo y amable con él, por supuesto que le quería y este tiempo sin el le había extrañado mucho.

Justo hoy se había quedado de ver con el pelinegro, éste le propuso ir por un helado y quizás más tarde pasar a cenar al algún buen lugar, como era de esperarse Jimin no pudo negarse, así aquí estaba sentado en la banca de aquel parque, degustando un delicioso helado de fresas con crema, uno de sus favoritos. A su lado se encontraba el peligris con su brazo izquierdo rodeando los hombros del mas bajo y en su mano derecha sostenía un barquillo con helado sabor mamey.

— Es un bonito día ¿No crees?— Preguntó el pelinegro admirando el bonito atardecer que comenzaba a caer

— Si, es un día hermoso.— Responde sonriendo

— Aunque bueno, tú eres más hermoso que cualquier día con bonito atardecer.— Halaga, sonrojando al menor

— B-basta, hoy andas muy halagador.

— Cuando estoy contigo es imposible no halagarte cada cinco minutos, es imposible no apretar tus lindos y tiernos cachetes, tampoco puedo resistirme a sostener tu mano o acariciar tus rubios cabellos, es lo que provocas en mí.— Confiesa admirandole con gran emoción y un brillo destellante en sus ojos, Jimin solo puede sonrojarse más y más

— Pero si te molesta puedo dejar de hacerlo, solo pídelo.

— N-no es eso, sabes que me encanta que tengan este tipo de atención conmigo es solo que... Es extraño, y no lo digo por tí, yo soy el que está extraño últimamente.— Confiesa con voz un poco apagada

— Ay algodón de azúcar, no te mártires tanto, si te invito a salir es para que te olvides de todo lo que te atormenta. Me gustaría que te apoyes en mí cariño, que me cuentes lo que te sucede, si quieres llorar yo te prestaré mi hombro, si quieres hablar yo te escucharé con atención, sea lo que sea yo estaré aquí para tí, porque te quiero Jiminnie, te quiero demasiado y no me gusta verte tan decaído.— Confiesa tomando su mano izquierda y dando suaves caricias en su torso

— Muchas gracias Tae, siempre eres tan lindo conmigo, no sé cómo pagarte todo lo que haces por mí.

— Yo si sé...— Dice obteniendo toda la atención del menor
— Soy fan de esa hermosa sonrisa que tienes, así que regálame muchas de esas de aquí en adelante y con eso pagarás todas las deudas conmigo.— Le confiesa acunando su rostro entre sus manos, regalando le una enorme sonrisa la cual fue devuelta por el rubio segundos después