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La noche estaba triste y fría, los relámpagos en el cielo se aparecían a cada minuto dando a entender que la lluvia no pararía, probablemente el rubio agarraría un resfriado si seguía allí afuera, pero sinceramente, eso era lo que menos importaba, ¿Cómo iba a importarle eso cuando su corazón estaba roto? ¿Cómo importarle más eso que la opresión en su pecho? ¿Cómo importarle eso cuando a la distancia estaba aquel chico con el corazón roto otra vez? ¿Cómo importarle cuando nuevamente rompió a quien juraba querer?

Las lágrimas en su rostro estaban perfectamente camuflajeadas si no fuera porque tenía su rostro rojo y un poco hinchado fácilmente podría decir que su rostro está mojado por la lluvia y no por sus lágrimas.

No quería entrar a su departamento y ver al peligris allí, solo se sentiría peor, con su amigo allí era un constante recordatorio de lo mal amigo que era, de lo idiota e hipócrita que era y dolía. Sin embargo no esperaba que Taehyung no estuviera en casa y fuera llegando justo ahora.

El peligris le miro sorprendido y preocupado, lo último trato de no hacerlo notar demasiado, abrió la boca para decir algo pero no pudo así que solo termino adentrándose al edificio, dejando allí afuera al rubio, no debería dolerle pero tenía que admitirlo, verlo así tan deporable y triste le dolía, jamás le gustó ver a su amigo de aquella forma.

Jimin quería llorar pero sus ojos ya no daban para más, así que solo le quedaba soportar el dolor en su pecho, se sentía tan cansado, hacia horas que había dejado de sentir su cuerpo, probablemente se congelo del frío, su trasero dolía debido a la posición en la que se encontraba, no sabía qué hora era, lo único que quería era morir allí congelado.

Pero como la vida le odia ni siquiera eso podía hacer bien, de repente la lluvia dejo de golpearle, alzó su rostro encontrandose con un paraguas sobre su cabeza, seguido de eso un reconfortante calor se instaló en sus brazos y espalda para después extenderse a sus piernas, a su lado una presencia se sentó haciéndole compañía, le miro fijamente intentando saber sus intenciones pero éste solo miraba al frente.

— Gracias Tae.— Le dice pero no hay respuesta

El rubio regresa su vista al frente y se cubre más con las cobijas que el peligris le entrego, una sonrisa se instaló en su rostro, quizá Taehyung le seguía queriendo y eso lo hacía feliz.

Por otro lado, el peligris tenía en su rostro una pequeña sonrisa que intentaba ocultar, su pecho se sintió cálido cuando pudo ver esa sonrisa en el rubio. No quiso preguntar lo que pasaba porque no quería mortificar más a Jimin, así que solo se dedicó a hacerle compañía un momento.

— Cogeremos un resfriado fuerte si no entramos ahora.— Habla por primera vez, el rubio asiente

— Entremos.— Dice y ambos chicos se levantan para entrar a su departamento, darse una ducha caliente e irse a dormir

— Abrigate bien.— Ordena el peligris

— Tu igual.— El peligris asiente para adentrarse a su habitación
— Tae.— Le llama antes de cerrar la puerta

— ¿Si?

— Gracias. Ten dulces sueños.— Se despide con una sonrisa y entra a su habitación, el peligris no pudo evitar sonreír grandemente, se sentía bien volver a recibir atención del rubio.

— Tu también.— Susurra y finalmente entra a su habitación, eran más de las 3:00 am, se moría de sueño y probablemente tenga que ir al doctor mañana.

Días después...

— Se ve terrible, me siento mal por él.— Murmura el mayor

— Parece un vagabundo.— Contesta el más bajo

¿Who are you? | Kookmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora