Princesa del Crimen [TERMINADA✅]

Capítulo 4

Luego de aquella intensa charla con Giovanni y aquel agradable y pacífico momento en las colinas, regresé a mis aposentos. Un buen libro cuya historia me envolvió hasta pasadas horas de la noche y unos pocos momentos de sueño, fueron los eventos que acontecieron antes de despertar a horas muy tempranas del día siguiente.

Restregué un poco mis ojos y luego emití un sonoro bostezo. Miré mi despertador apoyado en la mesita de noche que marcaba las 4:15 de la mañana, era bastante temprano pero sentía que mi mente tenía muchas cosas que pensar. Por lo tanto el sueño no podía llegar con comodidad ante tal situación.

Me levanté y tomé mi bata que colgaba de uno de las columnas del cabecero de la cama. La coloqué por encima de mi pijama y me dispuse a salir a por una taza de café para luego dar unas vueltas por los pasillos y dirigirme al jardín para ver el amanecer.

A la entrada de mi puerta estaban los dos guardias que relevan al equipo de Alonzo y los demás chicos en la sesión de la madrugada.

-Buenas días caballeros, voy a la cocina ¿Les apetece un café?-Amablemente les ofrezco pues la verdad se les veía en el rostro un semblante un poco cansado. A pesar de sus ya acostumbradas rutinas nocturnas las altas horas de la madrugada les golpean con intensidad

-Buenos días señorita Antonella, muchas gracias pero nuestro compañero da la casualidad que fue allí con la tarea de traernos uno a cada uno-Sus maneras son con mucha cortesía, aunque mantiene una actitud seria

-Bueno pues me retiro-Les dedico una sonrisa y me dirijo a la cocina que es compartida por los habitantes de la casa y por las chicas que se entrenan. Existe otra cocina en el ala sur que utilizan los empleados de la empresa que se hospedan aquí y otra en la parte oeste que utiliza el servicio. Todas en muy buenas condiciones debo añadir, solo se divide de esta manera debido a la gran cantidad de personas que habitamos esta casa. Para mantener el orden.

Entro por la puerta de caoba barnizada gigante que recibe a cualquiera que se dirija allí. Lo primero que se aprecia al llegar es el comedor. En el centro hay una enorme mesa del mismo material que la puerta (esto es para mantener el estilo equitativo, se aplica lo mismo para todo en el lugar) Tiene espacio para diez personas en ella. Las sillas que la acompañan poseen bellas talladuras en sus espaldares, hechas por los más destacados artesanos de Sicilia.

Encima de la mesa hay un enorme, elegante y majestuoso candelabro. Ilumina las noches de cenas importantes en la casa dando un relajado y acogedor ambiente, además de poseer una belleza apreciable y agradable sobre la gran superficie de madera.

Una vitrina casi pegada al techo, de aproximadamente dos metros de altura, se encuentra en la esquina izquierda. Tiene unas bellas puertas de vidrio fino decorado con pequeños y delicados matices de un pincel especial. En su interior se encuentra la más grande colección de utensilios de porcelana china que he visto. Teteras, tazas, cucharas, azucareros, platos, hueveras y muchas otras vajillas de gran fineza.

Pasando la pequeña puerta que divide el comedor de la cocina, se puede observar una enorme meseta de losas blancas importadas de Roma, allí la producción es más duradera y hermosa.

Está adornada con cintillos azules por los bordes y termina donde comienza la esquina de una puerta blanca. Esta última se encuentra pegada a la pared derecha, se abre y cierra por sí sola y tiene un agujero en la parte de arriba.

Dicha puerta se dirige a la cocina en sí, donde los chefs de la casa preparan los más deliciosos y exquisitos platillos étnicos italianos que paladar humano pueda probar.

Hay un gran artefacto de madera colgando del techo que sostiene boca abajo muchos cucharones de todo tipo de material, color y tamaño.

Encima de la meseta se encuentran varios electrodomésticos de uso rápido. Hay dos tostadoras, una hornilla y pequeñas alacenas en la parte superior repletas de calderos y recipientes. Para completar, hay cuatro cafeteras en la zona más apartada