Capítulo 20

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Antonella

Unos días después...

Después de varias semanas en Japón finalmente mis pies vuelven a tocar suelo italiano. La echaba mucho de menos, echaba mucho de menos Milán.

Cuando tantos problemas y situaciones sin resolver inundan tu cabeza no te das cuenta de los pequeños detalles que tu cerebro almacena para luego provocarte sensaciones de nostalgia.

A duras penas dejé a Gabi con mi padre. Intenté conseguir que me permitieran traela conmigo mediante todos los medios pero me fue imposible.

La dejo en buenas manos, se que nuestro padre cuidará de ella pero él también es un blanco de la organización. Temía por lo que podría ocurrirle a ambos. Sobre todo ahora que estoy segura que Alessandro tiene noción sobre que nos traemos entre manos.

Está deshaciéndose de todas las personas importantes que nos rodean para dejarnos débiles y así esperar el momento oportuno para atraparnos.

Este sería ese momento así que tengo que procurar acceder a ese dinero rápido y hacer que ellos vuelvan aquí a la ciudad cuanto antes. Sobre todo porque en cuanto pongan sus manos sobre los billetes estarán aun más en peligro, como grano de azúcar ante un hormiguero.

Es de madrugada, lo primero que mi mente piensa es en ir a corriendo a verificar que los chicos y la señora Yuriko estén bien. Me fui preocupada y vuelvo preocupada.

Corro escaleras arriba al llegar a la entrada del edificio en donde vivía. Está muy oscuro como de costumbre, aunque respiro aliviada al ver como sale luz por debajo de la puerta. Se escuchan ruidos de voces y risas dentro.

Sonrío y con mi pequeño maletín en mi brazo doy unos ligeros golpes sobre la madera. Se hace silencio y siento como, con pasos lentos, se acercan a la puerta.

Al parecer están guardando muchas precauciones, eso me alegra pues tienen motivos para hacerlo

Verificaron por la mirilla y puedo oír la voz de Enzo diciendo que pueden salir de sus escondites y bajar las armas que es la princesa en busca y captura.

No hago más que carcajear por el apodo con el que me adorna hasta que por fin la puerta se abre.

Enzo está frente a mi con una sonrisa tan grande que no cabe en su rostro. Reacciono con efusividad saltando hacia él y dándole un abrazo gigante

Al ser más fuerte y alto que yo, debido a la emoción, me levanta en peso mientras todos nos reímos. Me da vueltas por la habitación hasta dejarme en el medio del salón.

—¡Chicos que alegría me da verlos a salvo! Estuve muy preocupada por ustedes todos estos días—Hacía alrededor de un mes que no los veía. Con curiosidad voy mirando cada esquina del salón, han echo remodelaciones algo extrañas en la casa.

Hay un entorno mucho más natural y con un toque de folklore asiático. Plantas colgando de la ventana en macetas redondas de cerámica, estantes a los lados del televisor rellenos en su interior con gatitos amarillos de la suerte que mueven su patita hacia atrás y hacia delante, incienso que da un olor muy distintivo al salón, figuras de dioses de porcelana, entre muchas otras cosas.


—Claro, me aseguré de que todos estuviéramos protegidos como te prometimos—Oigo una voz a mis espaldas y veo a la señora Yuriko entrar al salón a través del corredor que se comunica con el cuarto. Al parecer se ha mudado aquí, eso explica la nueva ambientación—La experiencia hace al sabio

Princesa del Crimen [TERMINADA✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora