d o s.

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Después de llegar a su casa se dispuso a investigar todos los temas que tendrían que estudiar para hacer el proyecto, fue automático, quería ocupar su mente con cualquier cosa para así evitar sobreanalizar todo y terminar dándole vueltas a un mismo pensamiento más de 15 veces.

Ahora estaba sentado frente a su escritorio mirando la pantalla de su laptop, esta emitía un vídeo acerca de uno de los sucesos más importantes en la historia de Japón pero su mente no lograba concentrarse ni un poco en ello, estaba demasiado ocupado prestándole a cualquier otra cosa.

No, había algo que rondaba recurrentemente en su cabeza.

Algo que no le dejaba espacio para pensar en nada más.

La misma escena se repetía una y otra vez como una película.

De nuevo solo era capaz de ver montones de nieve y muchos copos volando por todo el lugar, sentía como estos caían delicadamente sobre su vestimenta y cabello. La figura volvió a aparecer delante de él, de nuevo aquel equipo de color rojo al igual que su ropa térmica capturaban toda su atención, sus oídos solo eran capaces de escuchar como el viento golpeaba con ímpetu todo lo que se encontrara a su paso, creando asi una especie de silbido bastante peculiar.

Intentó caminar, intentaba con todas sus fuerzas moverse para alcanzar aquella mano, quería poder sentir aquel calor una vez más.

—¡El tiempo está maravilloso hoy! —dijo aquella cantarina voz con emoción.— ¿Te espero en la bajada, baby?

"Baby"

Ese simple apodo hizo que todo su cuerpo se erizara, abrió los ojos como platos al mismo tiempo que su garganta se cerraba abruptamente, tuvo que apretar sus puños con una fuerza descomunal para mantenerse de pie, sentía como sus piernas habían empezado a avanzar hacia aquella alegre figura.

Estiró su mano hasta que no pudo más, podía sentir como cada vez estaba más cerca de sujetar aquel hombro, sus dedos ya casi tocaban aquel material de la chaqueta, sentía su corazón latir demasiado rápido y, por primera vez en mucho tiempo, logro sentir aquel calor esparcirse dentro de su pecho.

Justo cuando se armó de valor para aferrarse a su brazo pudo ver cómo daba media vuelta para verle a la cara y sonreírle, como de costumbre.

—Cuando te animes a lanzarte ven a verme en la bajada, ¡te estaré esperando!

Seguido de esto, su tabla se deslizó rápidamente sobre aquella sólida y fría superficie, dejando frente al rubio solo ina simple línea en la nieve que cada vez se iba alargando más hasta desaparecer en el camino.

Sintió sus ojos cristalizarse de inmediato, se había prometido a si mismo no volver a caer en el mismo hueco de donde tanto le había costado salir, pero a decir verdad escuchar aquellas palabras saliendo de su boca fue un golpe muy duro para su débil y lastimado corazón.

"Te estaré esperando"

Golpeó con fuerza su escritorio al mismo tiempo que se sujetaba la frente con la mano libre, su respiración se había agitado y sentía su espalda mojada gracias al sudor frío que ahora le recorría toda la espina dorsal.

—Debo dejarte ir... —se dijo a si mismo sin despegar su palma de su frente.

Intentó inhalar y exhalar una y otra vez hasta poder sentir que sus pulmones recibían el oxígeno necesario a una velocidad calmada de nuevo.

Se inclinó hacia atrás pasando sus brazos detrás de su cuello, suspirando pesadamente. Había pasado un tiempo considerable desde que tuvo un flashback tan vivido de aquel día, sin duda alguna lo tomó desprevenido y de un humor pésimo, lo cual contribuyó a que lo afectara más de lo normal.

Cool Kids| k.dDonde viven las historias. Descúbrelo ahora