Capítulo veinte.

661 92 28
                                    

Jimin sujetaba el pañuelo entre sus dedos, la administradora del piso, por fin le dio un pase para visitar a sus amigos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jimin sujetaba el pañuelo entre sus dedos, la administradora del piso, por fin le dio un pase para visitar a sus amigos. A lo lejos observó al doctor salir de la habitación donde se encuentra su omega favorito, y de repente quiso llorar al tener los ojos del beta sobre su cuerpo; este, con rapidez se dirigió a él—: Buenos días, omega.

Jimin sonrió un poco, aunque le regaló algo más parecido a una mueca. Sin ánimos le contestó el saludo con una reverencia.

—Usted se dirige a ver al paciente Kim Jungkook, ¿Cierto? —hizo una pausa hasta que el joven asintió— Le haré unas breves explicaciones sobre el aborto del niño, ¿está de acuerdo?

Jimin frunció el ceño, aunque pensándolo bien, por naturaleza el beta querrá decirle a él en vez de un alfa que al enterarse se destruyó.

—Lo escucho, señor...

—Choi Sanha —. Extendió una mano, siendo estrechada por el contrario.

—Park Jimin, un gusto.

—El primer problema fueron las actividades físicas. Al parecer el omega no siguió el pedido de su anterior obstetra. Un omega embarazado no puede hacer ejercicios extremos, como puedo inducir que hizo el joven Kim por la forma en la que su útero se acopló al feto. El segundo fue no tener el acompañamiento necesario, lo que causó dolor en el lobo y apego emocional hacia el cachorro. Y el último, la estabilidad emocional del omega no se encontraba en su mejor estado.

Jimin escuchó y cada vez más, su labio era torturado por sus propios dientes. ¿Cómo no se dio cuenta? Él siempre estuvo al lado de su amigo, regañando cuando no obedecía... pero aún así, Jungkook seguía haciendo lo que quería. Aún así Jungkook seguía sin obedecer nada.

—¿Qué recomienda hacer ahora que el cachorro no está más...? —preguntó con un fuerte dolor en la cabeza.

El mayor acomoda su bata. — Visitar a los padres del omega, eso ayuda bastante a los golpes de alguna pérdida. Así el lobo podrá estar con su manada, y mantener su estado de ánimo alto —explicó.

—De acuerdo...

Él nunca supo nada de los padres del pelinegro. Jamás los mencionó a fondo, ni siquiera los notó en su graduación escolar.

—Mi madre me dijo que debo bajar de peso, pero no le hice caso en mi adolescencia, menos lo haré en mi juventud. —Y no están muertos, de eso está seguro. De vez en cuando Kook los llamaba. Realizó una reverencia al mayor, y se dirigió más rápido al cuarto. Abrió la puerta con tranquilidad, aún pensante.

—Hola... —susurró al verlos tan juntos, con el alfa pegado a su cuello. Lo podía sentir, los aromas combinados y el extraño comportamiento de Jungkook.

Taehyung le regaló una pequeña sonrisa, junto a los brazos del Omega extenderse hacía su amigo. Jimin se acercó. Movía sus piernas con cuidado, de un lado a otro, pero su omega lloriqueaba más.

—Jung-gkook... —susurró al tenerlo en brazos. Su lobo empezó a llorar con fuerza, alertando al omega sensible del menor.

El rubio enterró su rostro en la glándula de olor del contrario, esta emanaba dulces cerezas, empero lleno de tristeza. Como si un lobo con los sentimientos destruidos, intenté ayudar a otro igual. — Hyung, ¿qué tal está? —preguntó Jungkook, con cuidado, el mayor lloraba sobre él. La respiración agitada llegaba a su oído, junto a sus propias clavículas y el aroma dulce que tanto extrañaba, seguía ahí.

Jimin besó una de sus mejillas, con cariño ínfimo. Como si el sufrimiento físico estuviera en él—: ¿Cómo puedes preguntar eso? Cariño, estoy tan triste por esto —. respondió.

El menor volvió a sentir otro beso, pero en la mejilla contraria. Volteó un poco, y el abrazo de Jimin seguía sobre él, soltando lágrimas sobre su cuello. Taehyung sonrío poquito, mostrándose pacífico.

Jungkook sintió paz. Paz interior. ¿Cómo es que después de un aborto, puede sentir eso?

Hay que empezar otra vez pensó. Ya no va a sobrepensar las cosas. No más.

Él es un Omega adulto, y tenía que mejorar como persona. La pérdida de un cachorro, es muy difícil de pasar, pero siempre lo tendrá con él. Jungkook pensó en eso, por fin dejará de ser un inmaduro, se dijo.

Dejarás de jugar a 'ser especial'. Ahora vas a ser un buen omega.

Jungkook se acomodó, Taehyung seguía dando besos cortos en su mejilla, amaba con locura a su alfa. De pronto, conectó miradas con él, sintiendo su corazón palpitar cómo la primera vez de verlo.

Le gustaba. Tanto, tanto.

La piel morena, los lunares en su rostro, su perfil marcado y especialmente, los ojos tan expresivos que tenía.

—Tae... —susurró después de un gran rato. Jimin yacía tranquilo, pero con su agarre delicado, sobre él. Llamó el nombre de su esposo, con necesidad de escuchar la voz grave en su oído.

Taehyung suspiró, batiendo su cabello oscuro entre el movimiento—. Amor —respondió luego de repasar sus labios con saliva.

—Me gusta todo de ti.

Taehyung sonrío de poco en poco. Casi en cámara lenta el cómo los ojos del alfa se volvían medias lunas gracias a su enorme sonrisa cuadrada. Ahí, notó las mejillas rojas y pensó en el gran aprecio físico que le tiene.

La paz siempre llega después de la tormenta. Jungkook suspiró, aún dolido. Uno no acepta las cosas hasta que lo pierde.

Él quería tanto a ese cachorrito, pero ahora que no está más, siente un inexplicable vacío sobre él. No quería llorar, pero tampoco le parecía una buena idea ocultar sus sentimientos.

De nuevo se sentía confuso.

Con sus pensamientos alborotados, sintió a Jimin besar su cuello y al instante, un rugido de su pareja por el otro lado.

—Es mi omega, no lo beses.

Jimin rió un poco, con su respiración congestionada por el llanto anterior—. Jungkookie, creo que es hora de visitar a tus padres —realizó una pausa— Sé un omega obediente y por favor, ha-hazme caso por una vez en toda tu vida... —terminó con unos pequeños hipidos, que a pesar de querer ocultar, la pareja escuchó.

Padres... ¿qué le dirá a sus padres?

—Mis padres me odian.

Jimin abrió sus ojos con fuerza, y Taehyung negó rápidamente. — Amor, tus padres no te odian. Pensé que dejaste de pensar en eso.

—Nunca lo hice, nunca lo creí. Solo me gusta burlarme de mis problemas personales para evitar sentirme tan mierda. 

태국 © ughyuleri

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

태국 © ughyuleri

Buen omega ─ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora