Yo no aprendí a soltar amores, yo no aprendí a dejarte ir

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—Conocí a alguien más y creo que estoy enamorado, Karamatsu

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—Conocí a alguien más y creo que estoy enamorado, Karamatsu...

Sus palabras frías rompieron en mil pedazos lo que alguna vez fue mi corazón. Arrancando su nombre desde la raíz como si no le importaran los tres años que hemos estado juntos. Esas palabras eran nuestro fin.

El nombre de mi dolor, quien está frente a mí, es Todomatsu Irino. Una persona perfecta que me abrazaba en las noches más heladas, pero que ahora es mi verdugo.

«Ah, demonios, quiero llorar...» Ya presentía cuál sería el desenlace de nosotros, pues los últimos días no habían sido los mejores. Me ignoraba, no atendía mis llamadas y a veces ni siquiera sabía de él. Llegué a pensar que era por la Universidad, pero ahora sabía que no fue así.

—Será mejor que terminemos.

Todomatsu me observa, logrando que mi cuerpo entero tiemble y me convierta en un témpano de hielo. En sus ojos existe la determinación de la que jamás pude escapar o negarme, pues también fue algo de lo que me enamoró.

Los ojos me empiezan a picar, así que retiro la mirada para enfocarme en el café frío y las galletas de mantequilla a medio comer. No quiero que mi vulnerabilidad delate lo mucho que me duelen sus palabras, a pesar de que mi corazón se hace nudo en mi pecho. Muerdo mi lengua, pensando qué le diré.

—Todomatsu, está bien, ¿de acuerdo? —Alzo la mirada, fingiendo fuerza. —Don't worry, I'm so happy for you!

«¿Todo está bien? —me pregunto en reproche—, ¿No pudiste ser más estúpido?». Alejo mis ojos marrones de la cara de Todomatsu quien ha soltado un gran suspiro. No quiero verlo a los ojos, pues delatan que he quitado un peso invisible de sus hombros.

¿Realmente soy un dolor de cabeza o por qué más estaría aliviado? No encuentro una razón coherente.

El cabello negro de Todomatsu cubre su mirada que empieza a tiritar por sus propias lágrimas contenidas. Si era dolor o alivio, no lo sabría. Pero prefería caer en el autoengaño y decirme que era dolor por hacerme esto —aunque sabía que no era así—. Él ya no me quería en su vida y no encontraba cómo desecharme hasta este momento. Me duele saber que soy un obstáculo del cual parece no poder alejarse.

¿Qué podía hacer? Nada. Solo tenía que dejarlo libre y que siguiera con su vida como si nuestros caminos nunca se hubieran encontrado. Su camino se separó de mí desde que entró a otra universidad al otro lado de la ciudad, y yo me quedé estudiando aquí.

Ya sabía que sucedería esto, mi corazón lo presentía como la sensación de un ataque de ansiedad. Nunca fui suficiente para él. Después de todo, él merecía más que alguien con pantalones de lentejuela y problemas de narcisismo.

—Sé qué me vas a odiar por no respetar nuestra promesa, pero es que ya ni si quiera sé qué debo hacer. Estuve días pensando en cómo podría decírtelo, pero también eres el único amigo que tengo y que me aconseja. No tenía a quién recurrir y no quería lastimarte, pero... realmente lo siento.

Estúpidos y enamorados [KaraChoro/ChoroKara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora