Fuego de dragón

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Sinopsis: Eijiro rescata a Katsuki de los mercenarios. Sus brazos están llenos de heridas y sospecha que sólo la magia y el conocimiento milenario de los dragones podrá curarlos.

Día 17: Free day! (Fantasy AU).

***

But she said, where'd you wanna go?
How much you wanna risk?
I'm not looking for somebody
With some superhuman gifts
Some superhero
Some fairytale bliss
Just something I can turn to
Somebody I can kiss

Something just like this, The Chainsmokers & Coldplay

***

Katsuki está cayendo.

¿Dónde está el suelo?

¿Va cayendo de espaldas?

Las piernas le duelen como nunca antes. Y los brazos. No. No quiere pensar en los brazos. O en nada. Está cayendo y el suelo está todavía a cientos de metros de distancia. La capa roja lo envuelve.

Hay un grito.

—¡KATSUKI!

Un alarido tan adolorido al que ni siquiera puede contestar.

De repente, algo muerde su capa.

Katsuki ya no está cayendo. Sin embargo todo le duele y cerrar los ojos es mucho más fácil.

***

Katsuki Bakugo no es nadie importante. Un nombre más entre las familias de los salvajes nómadas que recorren el territorio de los dragones. Los salvajes se quedan con los pastos, los dragones con las montañas. Cooperan. La vida funciona. El problema es que Katsuki tiene la lengua muy larga.

Hizo enojar a Shigaraki y a los suyos.

Mercenarios.

Prófugos del reino Todoroki, que creen que sobrevivir en los valles es algo sencillo. Grupos dispuestos a alzar su espada contra cualquiera si el precio es bueno. Los salvajes los desprecian, pero mientras no ataquen, los salvajes tampoco atacan de vuelta.

Pero Katsuki los hizo enojar y lo arrastraron hasta une cueva en las montañas. Shigaraki intentó hacer que se uniera a ellos y Katsuki se negó hasta desesperarlo.

***

—Ey, está despertando.

—Lógico. Es la magia. Hay demasiada energía a su alrededor.

La segunda es la voz de una mujer. La primera es una voz que puede situar pero no tiene claro exactamente dónde ha oído. Todavía está demasiado ido.

—¿Katsuki? —vuelve a decir la primera voz.

Oh. Eijiro.

El dragón. Su dragón. (Tanto, al menos, como él era su humano).

Abre los ojos y la luz sólo lo deslumbra. Pasa un momento hasta que puede distinguir los rostros de las personas que lo están viendo. El cabello rojo de Kirishima, hacia abajo. Marrón a un lado. ¿Conoce a alguien con el cabello marrón? Oh. Verde. Oh, no.

—¡¿DEKU?!

—Ey, ey. —La voz de Eijiro suena conciliadora y lo ve moverse, lo siente poner una mano en su hombro—. Todos estábamos preocupados por ti y...

—¡¿Reclutaste a Deku para...?!

«¡¿... rescatarme?!»

Eso es lo que estaba intentando decir cuando intentó incorporarse. Pero el dolor de los brazos al intentar apoyarse en su codo lo ciega.

En este mundo o cualquier otro [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora