Capítulo 4. De cómo es la vida de una princesa moderna.

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Capítulo 4.

De cómo es la vida de una princesa moderna.

Ya era tarde, y todos dormían plácidamente, en la oscurana de la finca, solo se escuchaban los insectos y los truenos en el cielo, amenazando con lluvia la zona. Pero Jean pensaba en el lirio, en el hombre de blanco, en la promesa del Jardín y en lo que el sentía por Bellalith. Jean tomo la mano de Bella que se acurrucaba como niña a su lado y en un tierno ademán se durmió sintiendo el calor de la que era su amada...

Esa noche, Jean nuevamente soñó...

En aquel sueño, Jean se vio flotando en un río, sentía ahogarse, las piedras lo golpeaban, y sentía dolor, sin embargo en algún momento la corriente que lo arrastraba se detuvo, y el abrió los ojos, frente a el estaba una dama, con rostro de niña, y vio algunas figuras, que se le antojaron como transparentes, estas miraban por encima de los hombros de la dama...

- Soy Rosimar - escucho...

Luego, se vio volando al lado de un ave multicolor por encima de un Ceibo Rosado, en el cual se poso el ave y el mismo se sentó en una rama... vio a una pareja sentada debajo de ellos, en la grama al lado de un lirio, el hombre de cabello canoso besando a una joven mujer mientras la acurrucaba en su regazo... el amor flotaba en el aire... sin importar la diferencia de edades el era un niño y ella era una mujer... Jean en su ensoñación, murmuro – Rosimar y Angelo –

Vio como una nube oscura se acercaba desde la montaña y los monos en los árboles huyeron presos de un temor indescriptible, la sombra cubrió todo y de pronto la lluvia cubría el árbol y a la pareja, cuando bajo la mirada vio a la Joven pálida respirando en sollozos palabras mudas que no podía entender, y vio al hombre llorando por su lirio, gritaba palabras que no se oían, y vio a un hombre vestido todo de blanco acercándose por detrás en forma sigilosa, y clavando una estocada con aquel bastón, cuyo mango se cubrió de sangre, el joven hombre callo al piso y la dama gritaba al viento... las carcajadas se escuchaban como gritos de victoria... y al final solo silencio, se vio parado frente al lirio y ahí un palmo de su rostro, aquella conocida cara de la joven pálida de sus sueños... un instante después sintió un golpe fortísimo y despertó justo en el instante en que aquel hombre de blanco lo empujaba a una oscuridad inmensa que se abría justo en el limite del jardín...

Jean se incorporo de un golpe, ya se escuchaba los sonidos típicos de una finca al despertar, eran las 4:00 am, y Bella se sobresalto al sentir el movimiento brusco de Jean...

- Que paso mi Jeanpito? – dijo medio dormida bella

- Nada bebe... una tonta pesadilla –

- Pobrecito mi camaroncito, eso es porque estas en una cama extraña –

- Aprovecha que papi ya se levanto, ven abrázame –

Bella sabía que en Jean, era normal tener sueños poco comunes y de alguna forma, cuando ella estaba cerca de él, las pesadillas que lo acosaban desde niño desaparecían y podía dormir tranquilo. El la abrazo y durmió tranquilo hasta que la luz del sol los despertó de nuevo.

- Buenos días, mi Jean... despierta dormilón -

Jean abrió los ojos y al ver a su radiante amada se sintió feliz, las tres horas que había dormido, realmente había descansado y estaba listo para sus ansiadas vacaciones en la granja.

- Buenos días mi hermosa Bella -

Se levantaron, comieron algo rápido y salieron por deseo de Bella a caminar...

- A donde te llevare primero mi amor -

Comento Bella a Jean.

- Que te parece si vamos al río, hace mucho que no me baño en uno,
¿quieres? -

El Lirio y El Ceibo (El Tesoro de la Quesera.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora