El Lirio y El Ceibo (El Tesoro de la Quesera.)

Capítulo 10. De cómo el amor es el mayor tesoro.

Bella se desesperaba, Jean no reaccionaba, el cuerpo en el piso se oscurecía desde la herida causada en el pecho, 4 zanjas paralelas cruzaban su pecho, la respiración era inestable, y no abría los ojos... Bella desesperaba...

La niña bajo del Báquiro y floto sobre el piso, acercándose al cuerpo de Jean, colocando su mano sobre el pecho de Jean...

- Jean... Jean... Jean... debes levantarte muchacho, una vez estuve en tu casa y el zarpazo que el hueso lanzo dio en tu mesita de noche, yo te protegí... porque te necesito, ya llegaste aquí... así que no me abandones... no abandones a tu Bella, necesitamos de tu conocimiento... levántate... -

Rosimar, tomo la mano de Bella y la puso sobre el pecho de Jean, y al instante la oscuridad que se extendía retrocedió, y las 4 heridas desaparecieron poco a poco como si la carne se regenerara. Jean abrió los ojos...

- Te escuche en la oscuridad mi Bella, tú me llamabas -

Dijo Jean acariciando el rostro de su amada.

- Y a ti también espíritu... gracias... ahora sé que tú fuiste la que estuvo en mi casa... tú me guiaste hasta aquí... ¿porque? -

Dijo Jean sentando en el suelo...

- Ya eso lo sabes, fuiste elegido por Bellalith como su compañero, así que ella y tu son uno, eso y tu poder permitieron que yo llegara hasta a ti, para que la guiaras a ella a su destino, ahora todos estamos juntos... solo falta ir con mi Angelo.  Guíenme a él, podremos acabar con este mal. -

Dijo Rosimar.

- Pero yo no quiero destruirlo, debemos salvar a Alberto, él es una víctima, verdad mi Jean, él fue engañado, y la tristeza que lo hizo vulnerable, debemos ayudarlo -

Dijo bella, mirando a Rosimar y contradiciendo su dictamen de destruirlo.

- Trataremos mi Bella... pero no es fácil -

Recalco Jean Carlos levantándose del piso, en ese instante Jean observo a Bella, ese resplandor que la cubría... y las tres runas flotando a su alrededor...

- Sin duda tu eres una gran mujer mi Bella, yo apresurándome por ayudarte y tú has logrado lo que se suponía era mi misión, y de paso me has salvado de la oscuridad y se suponía que yo soy tu guardián... -

- Te dije amor, ahora soy una guerrera -

Rosimar tomo la palabra...

- Esa luz que los cubre, es sin duda la bendición de los Pushaina, seguro han pasado por muchas pruebas para ser dignos de ella, pero aun nos faltan dos Runas que conseguir y purificar...-

- Si... veo que ya han purificado 3, y yo tengo dos más aquí que purificar...-

Jean saco las dos piedras rúnicas negras que llevaba en su bolsillo y se las enseño a Bella y Rosimar...

- Mi mol hermoso!!! Con esas son 5, ¿cuantas más faltan? -

- Estuve en el faro, allá hay un altar, con 6 marcas donde deben colocarse bebe, ya hay una que protegía Angelo y fue la runa de la luz que nos guió aquí, estas dos que no se como purificar... y esas tres son las 6 que necesitamos... debemos ir con Angelo -

- Hay camaroncito musoo!!! Eres lo máximo, nosotras veníamos sin saber qué hacer y tu como siempre ya tienes todo listo!!!... dame yo puedo purificarlas -

Bella tomo con sus manos las piedras negras, y tocándolas con su tótems las mismas brillaron, y las oscuridad en ellas se borró, inmediatamente estas flotaron y pasaron a ocupar espacio alrededor de bella, flotando en su entorno, ahora tenía los 5 sellos... Al instante la bruma que aún quedaba fue completamente borrada... ya no había oscuridad... pero se escuchó un ruido ensordecedor... como si lo peor estuviera por ocurrir... ahora solo faltaba enfrentar al hueso.