Capitulo 3

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3. Hermano

Antes de bajar de la limosina me pongo el antifaz. Un mayordomo me indica el camino para llegar a la recepción.

La casa o más bien mansión era color blanca con grandes columnas en su entrada, en medio de su estructura estaban las escaleras de granito que conducían al centro de la casa y de ahí se descendían otras escaleras y dos pasillos laterales.

-Buenas Tardes.- asiento a su saludo.

-Buenas Tardes.-

-¿Su Nombre?- me fijaba en la estructura para distraerme.

-Allison.-

-Allison Breyden- Repetí. La cara del recepcionista cambio.

-¿Breyden?- yo asiento con confusión.

-¡Oh! Lo lamento Señora Breyden. Pero con ese antifaz no la reconoci. Acompáñenme.- ¿Señora? Sale del taburete de recepción y nos dirigimos hacia el pasillo. Doblamos a la derecha dejando a todos los invitados plantados y con mala cara. Abre la puerta de roble donde se encuentra un elegante y rústico estudio.

-Siéntese. ¿Necesita algo? ¿Agua? ¿Una copa de vino?- le acepté una copa de vino y se fue dejándome sola en el cuarto. Era un gran salón. Su lado izquierdo y derecho tenía repisas repletas de libros, dos sillones caoba medianos en medio de la sala y uno pequeño entre ellos alrededor de una mesita de centro.

Dos ventanales al fondo de la habitación y en frente de ellas el escritorio con una lampara encima, repleto de papeles acompañado de un globo terráqueo. Toda era de madera y de colores rojizos junto con cafés.

Me dirigí al escritorio para revisar que había de interesante pero termine mirando por la ventana.

-Ya llegó la señorita Breyden- el recepcionista le susurraba a quien estuviera detrás de la puerta con él. Me acerqué para escuchar mejor.

-Excelente. Que nadie nos moleste. ¿Entendiste?- La puerta cruje cuando se abre y yo corro hacia mi asiento.

No podia ver su cara porque estaba entrando de espaldas debido a que los copas de vino que tenía en la mano.

-¿Quien eres?-

-¡Vamos Lena! No es para tanto, no me veo tan viejo....-me quedé pasmada. ¿Quién es Lena?

-¿Qué te hiciste? Te ves veinte años más joven.- su risa se expandió en toda la habitación mientras yo no sabia que hacer.

-Ten. Bebe.- me ofreció la copa de vino.

Lo escupí al instante. -¿Qué es esto?-

-Massandra. Traído desde Ucrania- me sentí mal a escucharlo, este es uno de los vinos mas finos del mundo y uno de los más caros puede llegar a costar 50.000 euros por una sola botella.

-No lo desprecies- Lamí el liquido extraño de mis labios. Tomo otro trago tratando de no vomitarlo.

-¿Mejor?- asiento agradeciendo y camino hacia el sillón.

-Bueno, acerca del tema con tu hija y el ... ¿Qué es eso que tienes en el cuello?- Mis manos fueron automáticamente a mi cuello tocando el collar que me dejo mi abuela.

-Un accesorio.- trata de tirarlo de mi cuello.

-¡No te hagas pendeja! Dámelo Lena.- Lo cubría con mis manos.

-¡No, es mío!-

-¿Tuyo? ¿O más bien de tu ruca suegra? Es el dije del control general ¡Sabes cuanto lo he buscado!- extiende su mano hacia mi con brusquedad pidiéndome el collar.

ShiverlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora