Digimon X y X Hunter

Capítulo 34: Los X Dark X Masters

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* El autor yace en el suelo sobre un charco de lágrimas *

Yo: AAAAAAAAAAAH!

* The Digidestined y Killua lo miran *

Kari: ¿Autor-san? ¿Qué sucedió?

Killua suspira: Ha estado así desde el último episodio de Shingeki no Kyojin.

Yo: WHYYYYYYY ¿POR QUÉ ELLA? ¡MALDICIE AL INFIERNO YA VUELTA [NOMBRE CENSURADO POR EL BIEN DE LOS QUE ESTÁN ANTICIPADOS]!

Killua: ... Bueno, está bien, ¡haré el descargo de responsabilidad! El autor no es dueño de ninguno de nosotros. ¡Que empiece a rodar!

Kari: Killua, la nueva apertura no está lista ...

Killua: ¡Entonces con el espectáculo!

Todos miraron la pantalla en la parte superior de su base. Sintiendo un placer al ver los rostros horrorizados de los humanos en el mundo real. Pronto esos rostros se convertirán en la norma, bajo su mando.

"Fufufu, vistazo a esos tontos Todos ellos tanto miedo y esperando algo va a pasar y algo. Van a suceder de hecho:. El día del juicio Oh no puedo esperar."

En un trono, con un telescopio espacial gigante apuntando al cielo, una figura sentada con clara alegría en su rostro.

Parecía una persona normal vestida con adornos de payaso, pero una mirada más cercana mostró que el color de su rostro no era el del maquillaje sino el de su propia piel.

Desde un gran estanque de agua al lado del trono, una forma gigante comenzó a levantarse, su piel metálica brillando en la oscuridad. Su cuerpo era como el de una serpiente marina gigante. Hablaba con una voz áspera y metálica. "¡Estoy tan cansado de esperar! ¡Deberíamos atacar ahora cuando todos son vulnerables!"

Detrás del trono había dos relojes de arena gigantes. Uno con sus granos cayendo lentamente y el otro cayendo más rápido, aparentemente sin fin.

Una voz infantil se rió entre dientes y una tercera figura aterrizó entre los dos relojes de arena. Parecía una marioneta de madera con un sombrero rojo y un mazo en las manos. "Jejeje, tenemos todo el tiempo del mundo para prepararnos. Llegarán pronto después de todo y quiero jugar con ellos ... ¿No crees, Machinedramon?"

Apareció una figura de cuatro, era la segunda figura más grande de la habitación. Sus ojos brillaban de un color rojo y de su boca manaba un aire fresco. "Grrrr ..."

La primera figura saltó del trono y aterrizó. "¡El espectáculo está a punto de comenzar y tenemos roles que desempeñar!" Declaró teatralmente. "¡Yo, Piedmon, seré el director en todos los sentidos!"

La figura más grande gruñó. "Entonces, ¿dónde nos deja eso?"

Piedmon le sonrió. "Ustedes son todos los personajes principales, MetalSeadramon. Y los personajes principales siempre ganan al final".

MetalSeadramon no parecía convencido y simplemente miró hacia otro lado.

"No me importan los roles siempre que tenga juguetes nuevos con los que jugar", sonrió el Digimon de madera.

"Oh, pero deberías preocuparte, Puppetmon, si te preocupas por tu propio bienestar," el tono de Piedmon cambió, volviéndose mucho más frío y alcanzando una de las espadas atadas a su espalda.

La sonrisa de Puppetmon vaciló y asintió.

Machinedramon por su parte se mantuvo callado, algo habitual en sus socios, y solo asintió con la cabeza hacia el pierrot.