Siete años han pasado desde que vio a su madre por última vez en persona. Siete largos años en los que se ha preguntado porqué ella no la visita nunca. Porqué solo le envía mensajes y la ve detrás de una pantalla.
A Mia siempre le hizo falta su m...
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Papá está un poco sensible en cuanto al hecho de que tendré que regresar a la universidad. Ya solo faltan dos semanas para comenzar las clases. Dos semanas para comenzar lo que será mi último año de estudios universitarios.
En realidad me da un poco de tristeza dejarlo solo en casa, ya que me quedaré en una de las residencias de la universidad debido a que esta queda un poco retirada.
Por otra parte, me emociona muchísimo terminar con esto y graduarme.
(...)
Decido salir un poco más temprano de casa para irme caminando en dirección a una librería que queda en el centro de la ciudad, solo faltan un par de metros para llegar cuando me encuentro con Josh.
—Ey —Lo saludo de forma afable. Él se acerca y besa mi mejilla a modo de saludo—, ¿qué haces por aquí?
—Vine por unos libros para la universidad —Se encoje de hombros restándole importancia.
Le pregunto qué tal le ha ido, e iniciamos una conversación.
Josh entró en una universidad diferente a donde vamos Queen y yo, ya que de ella recibió una beca completa para sus estudios y ni él ni su madre dudaron en tomarla.
A Queen le afectó en un principio, pero luego aceptó que era lo mejor que podía pasarle a Josh en aquel entonces.
Hablamos por unos cuantos minutos. Me despido de Josh y retomo mi camino a la librería. Al cruzar la puerta de esta, diviso a Martha la dueña del local, y como siempre, la saludo cortés.
—Bonjour, Martha.
—Bonjour, Mia —responde con una sonrisa.
Martha y yo nos comunicamos de vez en cuando con nuestro idioma natal una vez nos dimos cuenta de nuestro acento francés.
Así es, soy francesa. Específicamente, bordelesa. Vinimos a Estados Unidos hace unos once años cuando mis padres aún estaban juntos, dado que a mi padre un buen amigo suyo le ofreció la oportunidad de ser parte de un muy buen bufett, y ellos decidieron que sería lo mejor para todos.
— ¿Hay nuevos libros? —pregunto emocionada. Me encanta leer, en realidad lo amo. Puedes darme cualquier género y lo leería sin pensarlo.
Ella asiente y me dice que llegó uno que otro libro. Pienso en comprar varios, así que paso por todos los pasillos con diferentes géneros en ellos.
Ya en el pasillo de ciencia ficción, me dedico a observar algunos libros y elijo el que más me llama mi atención: Soy leyenda[1]. Cuando estoy por ir al pasillo de romance, algo me para en seco. O más bien, alguien.
