Capítulo VIII

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Descolgué mi teléfono móvil haciendo parar así "Sweet Child O'mine", mi tono de llamada.

-¿Hola?- pregunté

-Hola, ¿estoy hablando con Ana?- preguntó una voz masculina desde el otro lado de la línea. No reconocía aquella voz, estaba segura de que no sabía quién era

-Sí, soy yo ¿quién es usted?

-Soy Alberto, director de espectáculos, de Circus Avenue Night en este caso- ¡Oh Dios mío! comencé de nuevo a temblar bajo la atenta mirada de Mario que acababa de llegar con las pizzas de nuevo a nuestra mesa. Se mostraba preocupado, necesitaba saber qué era lo que estaba pasando- Siento llamarte a estas horas, unas complicaciones en la oficina, espero que no te pille en un mal momento

-No te preocupes, para nada- las complicaciones de la ofcina, ¿tendrían algo que ver conmigo? ¿y si no habían llegado a un acuerdo Magi y él?

-Bien, el motivo de la llamada supongo que lo sepas

-Bueno, esperaba la llamada pero no tengo muy claro el motivo, ni si lo que vas a decirme es bueno o malo..

-Depede de si cuando veas el contrato quieras firmarlo o no- y se calló... SE CALLÓ ¿eso quería decir lo que yo creo que quería decir? Miré a Mario atónita, con los ojos muy abiertos y la boca abierta, sin articular palabra alguna

-Ana, me estás poniendo nervioso-dijo Mario- ¿pasa algo?- le mandé callar con la mano porque Alberto volvía a hablar

-¿Estás ahí?- preguntó

-Sí sí, claro, perdoname. Eso exactamente ¿qué significa?

-Pues que por nuestra parte, estás dentro, solo falta que vengas a las oficinas, leas el contrato y firmes

-Un momento, esto no es ninguna broma, ¿verdad?- resultó una pregunta totalmente absurda e idiota pero, en ese momento no me lo creía

-No- rio- no es ninguna broma

-¡Oh! Madre mía, muchísimas gracias, de verdad, muchas gracias- debí de decirlo demasiado alto porque alguna de las personas del local se giró hacia nuestra mesa clavando sus ojos en mí, pero en ese momento eso era lo último que me importaba. Mario se levantó de la silla de un salto mientras no apartaba los ojos de los míos esperando una respuesta- Y bueno, lo del contrato y eso, ¿cómo lo hacemos?

-Quedamos el martes a las 11:00 en las oficinas de Warner

-Perfecto, hasta el martes entonces- necesitaba colgar ya el teléfono porque iba a estallar en cólera, en un placentero estado de alegría

-Hasta el martes, Ana- se despidió. Miré a Mario que seguía pendiente de qué le iba a decir

-¿Y bien?- preguntó alargando la última palabra

-Bueno... pues...- me hice la interesante,y la dura. Pero no por mucho tiempo, fui incapaz de aguantar ese papel fingido- ¡¡¡¡ME LO HAN DADO!!!! ¡¡¡¡ME HAN DADO EL TRABAJO!!!!

Mario dió un salto en el sitio y me abrazó haciéndome girar en medio de aquel Telepizza. Ahora se habían añadido las miradas de los propios trabajadores los cuales creo que nos tomaban por locos. Y es que, en el fondo, me estaba muriendo de vergüenza pero la sensación de felicidad me poseía todo el cuerpo, tanto que no me importaba lo qué pasara a mi alrededor

-¡Lo sabía! ¡Lo sabía!- gritaba Mario- ¡Sabía que ibas a conseguirlo!- Mario me posó de nuevo en el suelo

-Tú es que siempre lo tienes todo muy claro... -dije burlona

-Tengo claro lo que es claro

-Pues, ¿sabes? Yo ahora mismo tengo una cosa muy clara y es que se nos van a enfriar las pizzas y... uy espera -paré de hablar e hice un gesto como si estuviera escuchando algo- sí, mi estómago tiene claro que tiene hambre.

Tras acabar las dos pizzas (menos mal que Mario tiene buen estómago) fuimos a la primera parada de metro y allí nos despedimos. Quedamos cada uno en una vía, uno en frente de otro. Le saludé con la mano y él se puso a bailar como un loco. A lo que yo, respondí. Poco a poco el movimiento de mis pies fue ascendido por mi cuerpo hasta invadirlo por completo. No podía parar de reír. Llegó mi metro y tomé rumbo a mi casa, aún sin saber si solitaria o no.

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HOLA A TODOS!!
Por fin estoy de vuelta y con muchas ganas de subir más capítulos
No se vosotros pero yo estoy deseando que llegue el martes, la maldita reunión....
Como siempre daros las gracias a todos aquellos que me leéis y sobre todo a los que clickan en la estrellita que ya os vais animando.
Un besazo!!

Persiguiendo Sueños (Carlos Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora