Capítulo XI

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Las chicas y yo decidimos salir a pasar el sábado fuera de casa. Por la mañana iríamos a un spa, comeríamos por ahí, por la tarde paseo por El Retiro y para acabar seguro que se nos ocurría cualquier buen plan. Las tres necesitábamos despejarnos y dedicar un día sólo a nosotras. Cristina, estaba en un laberinto de sentimientos con Jesús sin saber si llegaría el momento en el que encontrarían la salida correcta, juntos o no. Lucía había batido su récord de estar soltera, no encontraba a nadie que le hiciera sentir eso especial y ella, no estaba acostumbrada, siempre había sido la que más oportunidades en ese tema tenía pero últimamente, la suerte no estaba de su parte y a veces tenía grandes bajones. Y yo, pues estaba atacada de los nervios porque en dos días empezaba, ya en serio, mi gran aventura, haciendo lo que más me gustaba en el mundo junto a los chicos que más me gustaban en el mundo "Algo tendrá que salir mal" no paraba de pensar.

El día fue básicamente genial. Prohibimos hablar de aquellos temas que nos arrebataban una sonrisa y nos alimentamos a base de risas.

El lunes me levanté justo con la primera nota de música que emitía mi despertador. Ni cinco minutos más, ni posponer alarma, ni mucho menos, quedarme dormida. Hoy me apetecía desayunar fuera, así que me vestí haciendo el mínimo ruido posible para no despertar a Cris y Lucía y fui a una cafetería que quedaba justo al lado de las oficinas Warner donde, en tres cuartos de hora tendría lugar la "gran reunión".

La gente entraba y salía por la puerta mientras yo iba bebiendo mi ColaCao, zumo natural y comiendo mi tostada. Pero esta última se me atragantó cuando vi entrar por la puerta a tres personas. Intentaba salvarme la vida a mí misma bebiendo el zumo cuando este se acabó y yo, seguía tosiendo sin parar

-Creo que esto no te vendrá mal- levanté la cabeza para mirar como Magi me ofrecía un vaso de zumo. Asentí sin parar de toser y me bebí el zumo. Por fin paré. Mi vida estaba a salvo

-Gracias- dije sonriendo

-¿Desayunando antes de la reunión?- me preguntó

-Así es, necesitaba combatir mis nervios fuera de casa esta mañana- sonreí cómplice

-¿Nervios? Dime que no estás nerviosa por lo que creo que estás...- levanté los brazos y encongí los hombros en señal de disculpa mientras sonreía avergonzada

-Que mujer... ¿están libres?- dijo señalando el resto de sillas libres que completaban mi mesa

-Sí, claro

-¡Chicos!- gritó- venid, aquí hay sitio

Y entonces miré hacia donde dirigía su voz. Con una bandeja cada uno, Alba traía dos ColaCaos y un café mientras que la bandeja de Carlos estaba llena de bollos de chocolate, croissantes y napolitanas de chocolate. No me extrañaba lo más mínimo viniendo de Carlos. Yo comencé a ponerme nerviosa y a mover mi pierna derecha

-Carlos, ¿no te has pasado un poco esta vez?- preguntó Magi irónico

-Tenemos una mañana dura por delante y yo necesito mi dosis mínima de chocolate- y se metió un bollo entero a la boca- o si se excede de la dosis mínima, tampoco pasa nada eh- acabó la frase hablando con la boca llena

-Yo desisto con este hombre- dijo Alba sentándose a mi lado

-Uy, tú me suenas de algo- dijo Carlos mirándome fijamente

-Carlos, esta es Ana, coreógrafa de CAN. Ana, supongo que ya sabes que él es Carlos- sonrió- y esta es Alba

-Encantada- dijo esta última mientras me daba dos besos

-¡Ah! Si nos presentó Alberto ayer porque cuando salíamos nosotros de la reunión, iba a entrar ella- dijo dirigiéndose a Magi- ¡Qué cabeza!- se acercó y me dio dos besos ¿debía acostumbrarme a esto? Porque me era imposible hacerlo, estaba desayunando con Carlos Marco, en frente de Magi Torras y sentada al lado de Alba Reig... ¿alguien me explica cómo yo he llegado a esto?

Durante el desayuno hablamos un poco de nosotros, todo profesional, nada personal. Alba se fue al estudio donde la esperaba Rocío y Sonia y nosotros subimos a la sala de reuniones. Llegábamos pronto así que tendría que soportar mis nervios 15 minutos más. Nos sentamos en los sillones donde hacía unos días yo esperaba a Alberto ya que eran más cómodos que las sillas tradicionales de la sala de reuniones.

-Chicos, ahora vengo voy a aprovechar el tiempo para mirar unas cosas que tengo pendientes- dijo Magi

-Vale- dijo Carlos levantando el dedo en señal de aprobación

-Vale- sonreí. Espera, esto significa que... miré a mi alrededor, sí, estaba sola con Carlos.

Persiguiendo Sueños (Carlos Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora