Capítulo X

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Volví a mirar el calendario. Quería estar segura de que hoy era el día. Efectivamente era martes y quedaba media hora para que llegara a Warner. Sentada en el metro iba escuchando música para intentar relajarme mientras miraba a todas las personas que me acompañaban en el vagón.

Y allí estaba, frente a aquel logotipo gigante que se encontraba en la puerta principal. Tras él, la recepción donde dos jóvenes miraban la pantalla de su ordenador. La verdad es que todo esto lo había visto más de una vez en los queridos video diarios de los chicos pero esto, esto era diferente. Lo estaba viendo en directo, podía tocar las paredes, pisar el suelo y sentir el aire acondicionado de las oficinas en mi propia piel.

-Buenos días, ¿en qué puedo ayudarte?- una chica joven me dio la bienvenida con una gran sonrisa

-Hola, vengo a ver a Alberto, el director de espectáculos

-¿Tienes cita con él? - "Oh claro que aquí la gente es importante y para ver a alguien necesitas tener cita previa como en el médico"

-Sí, habíamos quedado a las 11

-Vale perfecto, ¿Ana Sáez?

-La misma- sonreí

-Te acompaño a la sala de espera, en cuanto acabe la reunión en la que se encuentra te atenderá

-Vale muchas gracias

Me senté en un sofá blanco de dos plazas mirando a la puerta tras la cual se encontraba Alberto en la reunión. Estaba nerviosa como era de esperar pero bastante tranquila a la vez porque sabía que no debía perder el control, de dar libertad a mis inseguridades. Siempre había oído que a la hora de afrontar una entrevista de trabajo lo más importante era la actitud, aquello que hagas transmitir a la personas que tienes en frente. Pero como siempre pasa, lo mejor viene cuando menos te lo esperas, sin planes, sin guiones.

Unas voces me despertaron de mis pensamientos devolviéndome de golpe a la realidad. Esas voces provenían de detrás de la puerta de la sala de reuniones, lo que advertía de que quienes estuvieran detrás, iban a salir.

La puerta se abrió y pasó Alberto, detrás alguien hablaba animadamente. Alberto me vio y se acercó a saludarme

-Hola eres Ana, ¿verdad?

-Sí, soy yo

-Encantado de conocerte al fin- me dio dos besos- Bueno sin querer habéis coincidido así que ya os presento para futuras ocasiones que no tardarán mucho en darse- cuando se giró descubrí de quienes eran aquellas voces- Álvaro, David, Dani, Blas, Carlos, esta es Ana la coreógrafa de la que hemos hablado

-¡La famosa Ana!- dijo Blas, yo no decía palabra, lo único que podía hacer era repetirme "Profesionalidad Ana, profesionalidad, que vas a estar muchos días con ellos. Profesionalidad"

-Encantada- fui dando dos besos a cada uno sin poder salir de mi asombro aún

-Bueno, cuando quieras podemos entrar, en la siguiente reunión estaremos todos juntos- dijo Alberto

-Sí claro, vamos- sonreí

-Nosotros nos vamos que hemos quedado con Magi- dijo David

Entramos al despacho de Alberto. Sentada en frente suyo no paraba de mirar a mi alrededor. Sacó de un fichero situado encima de la mesa una carpeta con hojas dentro

-Pues aquí está, este es el contrato completo

Alberto comentó todas y cada una de las cláusulas, aclarándome aquellas donde me surgían dudas. Al acabar tocaba el turno de preguntas por si me quedaba algo pendiente de saber. La verdad es que todo estaba bastante claro pero había algo que me hacía especial ilusión hacer, sólo que no se como sentaría a los jefes, al propio Alberto o sin tan siquiera me dejarían hacer.

-Creo que está todo muy claro- dije- sólo hay una cosa...- alcancé a decir dubitativa

-¿Sí? Dime

-Es una tontería pero bueno, no se

-Ana, puedes decírmelo, de ahora en adelante vamos a compartir muchas horas de trabajo y es fundamental en esta empresa la confianza y comunicación

-Bueno, desde pequeñita siempre he soñado con bailar en un gran show, nunca podía haber imaginado dirigirlo pero si no bailo yo se me quedaría una espinita clavada. No pretendo salir en todas las canciones ni mucho menos porque antes de nada está el dirigir a los bailarines, pero bueno si al menos pudiera salir en una...

-Uff- mierda me va a decir que no, está claro- a ver eso no es muy fácil de hacer, no por nada sino por el hecho de como dices tú, al ser la coreógrafa tu principal tarea es la de encargarte de todos los bailarines, que no serán pocos. Por eso creo que lo mejor será que te límites a cumplir esa tarea. Siento ser tan duro pero no podemos permitirnos ni el más mínimo error. Lo siento de veras

-Bueno, es normal no pasa nada. Tienes razón y quizás al hacer esa propuesta haya dejado mi profesionalidad a un lado- bajé la cabeza- lo siento

-Bueno, entonces ¿firmas el contrato? ¿Estás de acuerdo con todo?

Mi mano fue la encargada de contestar a esa pregunta. Cogí el bolígrafo que me ofreció y plasmé mi firma, ignorando totalmente lo que por ello iba a cambiar mi vida en los próximos meses. El destino siempre es caprichoso y conmigo lo iba a ser del todo.

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Hola!!

Se que este capítulo es bastante corto y deja a todo lector con la miel en la boca pero que no cunda el pánico porque eso quiere decir que poco a poco todo se va desarrollando y que los momentos intensos van a suceder pronto.

Como siempre, gracias por las estrellitas ⭐ y cualquier comentario!! Me hace muy feliz saber que no tengo sólo lectoras fantasma aunque sean la mayoría

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Persiguiendo Sueños (Carlos Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora