Las consecuencias de amarnos [𝘠𝘪𝘻𝘩𝘢𝘯]PAUSADA

1. 「𝗕𝗿𝗲𝗰𝗵𝗮」

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Solo había una cosa en este mundo que le recordaba a su madre. Pero la estaba perdiendo.

Mientras el plato principal estaba siendo servido, las empleadas acomodaban los cubiertos y servían más agua en los vasos. Los cuatro presentes se examinaban discretamente entre ellos como si esperarán lo peor, aquello que solía suceder en estos momentos, después de todo se comenzaba a ser una costumbre.

-Tengo cosas importantes que hacer, yo no voy- soltó la servilleta que utilizaba, dejándola sobre sus piernas

-A-Xue ya habíamos hablado- el hombre mayor dejo los cubiertos sin haber terminado el bocado de comida

-No pienso cambiar mis planes- se levantó abruptamente de su asiento, su padre le miro esperando que retomará su postura.

-Esta bien- le sostuvo la mirada y al notar la tensión la mujer a su lado tomo su mano buscando que se calmara.

Lixue no espero una palabra más, mucho menos una de lastima antes de darse vuelta e irse del comedor, dejando a los tres presentes con un silencio incómodo. El señor, quien siempre se sentaba a la cabeza de la mesa suspiro, dejando salir el aire como si lo hubiera retenido, miro a los ojos de su mujer quien le miraba compasiva. Xiao Zhan siguió comiendo dejando el asunto de lado, ya tendría tiempo para hablar.

La cena dió final en silencio, los temas de conversación se redujeron a la pareja, mientras el chico miraba el mantel como si este fuera el más interesante de todos. En realidad, pensando en que momento las cenas familiares de los viernes se habían convertido en el momento más tenso de todos, como su hermana y padre terminaban discutiendo por la más mínima cosa y el solo quería que fueran la familia que siempre fueron. Sabía que eso era imposible.

-Xiao Zhan, recuerdo que nos dijiste que pronto harían una exposición de fotos ¿Participaras?- el labial rojo que siempre traía le dió color a su pequeña sonrisa, el pelinegro asintio terminando el bocado en su boca.

-Aun pienso en el concepto, pero seguro participare- le regreso la simpática sonrisa, se sentía bien ser incluído en sus conversaciones.

Su padre solo se limito a asentir, como si la simple acción le diera a entender que lo haría bien y que esperaba ansioso su trabajo. Había aprendido a leer el lenguaje corporal debido a su padre. Pronto todos dejaron la mesa, los empleados comenzaron a recojer la mesa y el solo se había quedando mirando su vaso con agua mientras se perdía en sus pensamientos.

-Joven Xiao ¿Lo puedo retirar?- una de las empleadas le pregunto gentilmente, asintio y el traste fue retirado.

Cuando la mesa estuvo limpia noto lo grande que era, cuando solo eran cuatro los que comían aquí, parecía innecesario hasta cierto punto. Algunas veces tenían visitas pero no eran más que un par de familiares, no era la gran cosa, ademas su padre prefería tener las cenas de negocios y de mas en lujosos restaurantes, Suyin tenía algunas reuniones con sus amigas pero solían tomarlas en el jardín. El y su hermana no eran del tipo de chicos que hacían fiestas en sus casa. Lanzo un suspiro y noto el pequeño eco, incluso el lugar donde estaba el comedor le parecía exagerado aveces, pero tampoco sabía cómo sería su vida de lo más sencillo, no era arrogante ni mucho menos, solo que ese era el estilo al que le habían acostumbrado desde siempre.

Salió del comedor y se dirigió al patio trasero, dónde aún permecian un par de flores de las cuales le gustaba cuidar. Cerrando la puerta detrás de el con esperanzas de tener un momento tranquilo, comenzaba a oscurecer así que se podían notar los colores rojizos en el cielo, comenzando a mezclarse con los marinos y púrpuras, reluciendo una pequeña pero redonda luna. Se sentó en un punto medio, dónde podía apreciar los colores que seguían vivos en el lugar, había un par de rosas blancas y rojas, tulipanes, margaritas, lavanda y algunas paredes decoradas con jazmines. Pero las favoritas de el eran las orquídeas, tan solo habían dos plantas de ella, aún cuando por mucho tiempo se le enseñó a cuidarlas.