2.「𝗔𝗽𝗼𝘆𝗼」

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Cuando ella me dió la espalda, un angel me recogio en sus brazos

-Yibo!- el llamado que todas las mañanas menos esperaba

Abrió los ojos con pesadez, el reloj en su mesa de noche marcaban las 7:30 AM, se supone debería estar desayunando ya bañado y cambiado listo para ir a la escuela. Pero seguía sobre la cama maldiciendo por qué era un lunes, específicamente el primer día de universidad.

Arrastrando los pies se metió al baño y en cuestión de segundos entro y salió del ducha, se puso alguna muda de ropa que había dejado sobre la silla de su escritorio y tomo algunas libretas y un par de lápices y bolígrafos hechando todo en la mochila colgada en el picaporte de la puerta, bajo las escaleras deprisa y encontró a su bella madre con el desayuno listo, se sintió mal al ver que solo tendría tiempo de tomar una manzana y salir corriendo para alcanzar el autobús

-Solo prométeme que comerás en la escuela- la mujer le sonrió buscando una afirmación, el castaño asintio frenéticamente y tomo el almuerzo que le había preparado para más tarde. Beso su frente y con una sonrisa se despidió.

-Prometo llegar a tiempo para la comida!- cerro la puerta y comenzó a trotar hacia la estación, estando cerca diviso que el autobús había llegado.

Suspiro aliviado cuando estubo arriba, pago su pasaje y gratamente encontró asientos vacíos, fue cuando maldijo de nuevo en voz baja cuando noto que había olvidado traer su celular.

Después de unos minutos el autobús hiso su parada frente al edificio de su facultad, teniendo los pies sobre la tierra (literalmente) inhaló profundamente y exhaló despacio, sus hombros subieron a la par que el aire, se sentía orgullo de estar ahí. Ciertamente no era un estudiante estrella, pero había estado meses preparándose para el examen de admisión que incluso había dejado las clases de baile por un tiempo, ahora eso no sería problema porque había ingresado a la universidad con el mejor programa de baile en la región. Estudiaría Arquitectura mientras se formaba como bailarín, todo se sentía tan bien planeado

-Yibo!!- esta vez quien le llamo le generó una pequeña sonrisa, nadie le generaba siquiera eso.

A lo lejos, bajando de un viejo auto diviso la cabellera pelingera y un brazo en alto buscando su atención, se acercó y le saludo.

-¿Que tal el verano hermano?- el chico sonrió feliz de volverse a encontrar con el otro, pasando su brazo sobre sus hombros comenzaron a caminar.

La plática tranquila hiba al paso de su caminar, un buen clima incluso siendo tan temprano. La universidad era bastante gran por lo tanto tuvieron que dar un par de vueltas antes de encontrarse con su facultad, podían ver cómo montón de alumnos cargaban con sus portafolios, incluso de grados mayores caminaban con especial precaución mientras sostenían sus proyectos por el edificio, le emoción era notoria en Seougyoun quien no dejaba de hacer expresiones fascinado con su alrededor, a su manera Yibo también lo hacia.

-Ey ustedes! ¿Pueden ayudarme?- una chica de cabello largo le interrumpió el panorama poniéndose enfrente, traía un montón de cajas y un par de bolsas.

-Claro!- se apresuraron a tomar un par de cosas y ayudarla, estando más cómoda les agradeció y pidió que las siguieran.

-Siempre trato de pedir ayuda a mis compañeros desde antes pero resulta que hoy ninguno me contestaba- se rió avergonzada -¿Son de nuevo ingreso verdad?- pregunto curiosa obervandoles detenidamente, nunca los había visto por aquí.

-Asi es!- el pelinegro se apresuro a contestar emocionado

-Bueno, bienvenidos entonces- mostró una sonrisa cálida -espero pueda acoplarse y disfrutar la carrera en vez de odiarla- agrego

Las consecuencias de amarnos [𝘠𝘪𝘻𝘩𝘢𝘯]PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora