5. 「𝗡𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲」

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El pasado no siempre es necesario olvidarlo, tendrás que recordarlo para asegurarte de porque estás ahí

El sonido del viento golpeando la puerta comenzaba a ser molesto, calaba sus huesos el frío que se avesinaba con la nueva temporada, sus ojos se paseaban por todas las hojas en su escritorio frustrado de ni entender. Se detuvo, cayeron sus párpados y respiro profundamente

"Cuando eso suceda, asegúrate de detenerte y concentrarte en tu respiración, déjalo un momento"

Con aquellas instrucciones en su mente se levantó del escritorio y se sentó en el suelo cerca de su ventana, las hojas de los árboles balanceándose pronto comenzaron a acompañar el tarareo que hacía, recordaba las canciones que su mamá ponía cuando pintaba o cuidaba de su jardín, entonces su mente comenzó a sentirse menos pesada y sus facciones se relajaron.

Respiro profundo, lo mantuvo y después exhaló lentamente, estiró sus extremidades y finalmente se deslizó hasta acabar acostado en el suelo, en un instinto acaricio su estómago y brazos. Ahora todo estaba en orden de nuevo.

—¿Gege?— la puerta fue abierta con lentitud y la chica se asomó

—Oh, pasa— se levantó de nuevo cuidadoso de que su mano no se lastimara.

—¿Esta mejor tu mano?— se aproximó hasta el y se sentó en la cama, después el mayor se sentó a su lado

—Si, ya no duele— sonrió mirando la pequeña cicatriz que tenía en la palma

Después de sus palabras volvió a escucharse las ramas pegando contra el vidrio, el cuarto comenzaba a quedarse a oscuras conforme el sol se ponía y no se atrevía a levantarse para encender las luces de su habitación, sentía que en cualquier momento hablaría. Fueron unos segundo donde la más pequeña miro atenta la habitación de su hermano, noto los recuadros de algunas pinturas de mamá, el tocadiscos y sus discos en un mueble en la esquina, el montón de papeles en su escritorio, el amplio armario que sabía no ocupaba ni la mitad de lo que tenía ahí y las fotos en el mueble con libros. Como si fuera un pequeño gatito se acostó sobre la cama de manera lenta buscando una posición, como si buscará protegerse sola.

—No he tenido un buen dia— se limito a decir mientras paseaba su dedo índice por la cama

—¿Quieres hablarlo?— parecía absurda su pregunta, pero durante los últimos años su hermana se había cerrado casi por completo

Cuando la miro solo encontró a una chica llena de miedo, sus ojos había dejado de resplandecer a pesar del bonito color almendrado que podrían, su sonrisa se limitaba a trata de subir sus comisuras y los colores que usaba para vestir se habían vuelto monotonos. Hace mucho no veía a Xiao Lixue.

—Minxu hablo de mi a mis espaldas...— escucho apenas sus palabras

—¿De que hablo?— con cuidado se acostó junto a ella y le miro directo a los ojos, quería darle seguridad

—De mi padre— pero ella no le veía —diciendo un monton de estupideces sin saber nada— su tono se envolvió en molestia.

—Pense que era tu amiga— comenzó a jugar igual que ella con los bordes de su colcha

—Lo era— suspiro rendida, se sentía decepcionada

Xiao Zhan apartó los cabellos que comenzaban a deslizarse por su rostro, ella volteo a verlo y fue cuando se percató de aquellas lágrimas esforzándose por no salir, de un momento a otro vio a la pequeña Xue que le pedía a berrinches que jugará con ella porque nadie quería ser su amiga. Y sin tener que pedirlo la abrazo con todas sus fuerzas

Las consecuencias de amarnos [𝘠𝘪𝘻𝘩𝘢𝘯]PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora