Sueños Húmedos

CAPITULO 25

Tony estaba muy nervioso, casi incontrolable para Strange ya que había pasado alrededor de una semana y el castaño no sabía nada del rubio y su amigo evitaba la conversación.

———Vamos Strange dime algo más——— insistió el genio.

———Tony ya te dije que Steve está bien, solo necesita descansar——— respondió con cansancio.

———Si solo me dejaras verlo——— dijo con tristeza.

———No puedes, su alma aún no está del todo unida a su cuerpo, el hecho que se haya transformado en demonio complica más las cosas——— explicó el Hechicero.

———Strange… necesito verlo——— pidió.

———Bien...——— dijo de mala gana.

A los segundos  un portal se abrió y del otro lado de este se encontraba Steve, sin pensarlo el genio atravesó el portal, Tony al ver en el estado de Steve sus ojos se cristalizaron. El cuerpo del rubio levitaba y unos aros de luz que rodeaban y paseaban por su cuerpo, contuvo las ganas de llorar ya que Strange le había asegurado que Steve estaba bien, solo necesitaba un poco de tiempo para que su cuerpo y alma estuvieran completamente unidos.

———No quiero sonar egoísta ni nada por el estilo, pero me urge tenerte de nuevo a mi lado, no soporto más...——— la voz del genio se quebró y unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos ———Te esperaré en casa——— alcanzó a pronunciar para después entrar en el portal y reaparecer en su Torre, miró en dirección del rubio y mientras el portal se cerraba las lágrimas se hicieron presentes.

Una vez el portal se cerró, Tony bajó hacía el taller y siguió trabajando en algún proyecto que había dejado olvidado. En la noche Strange entró a la habitación para hacer un breve revisión sobre el estado del rubio, todo parecía ir por buen camino, pero parecía que Steve se tardaría en despertar, el pelinegro suspiró con pesadez, sabía lo mal que la estaba pasando el genio y quería hacer algo para ayudarlo, pero lo único que le daría paz era Steve.

Otra semana pasó y Tony seguía sin tener noticias de Steve, Strange le repetía lo mismo una y otra vez y dejó de insistir para enfocarse 100% en su proyecto y empresa.

Strange se encontraba haciendo el chequeo rutinario y notó algo peculiar, Steve movía levemente su cabeza, el pelinegro se sorprendió y decidió trasladarlo a una cama para que estuve mucho más cómodo, no pasaron ni 5 minutos cuando Steve finalmente abrió los ojos, recorrió la habitación con su mirada hasta enfocar en el pelinegro.

———Bienvenido Capitán——— lo saludo.

———¿Dónde… dónde estoy?——— preguntó con dificultad.

———Se encuentra en el templo——— respondió.

———¿Y Tony?———

———Ha venido siempre que ha podido, pero estos días ha estado muy metido en la empresa——— dijo con algo de tristeza.

———¿Podré verlo?——— preguntó.

———Claro, pero antes tiene que completar unos ejercicios para recuperar parte de su movilidad——— notificó, Steve asintió.

Parte de la mañana y toda la tarde Strange se la paso ayudando con ejercicios para rehabilitar la movilidad del soldado, gracias al suero Steve pudo recuperar un 50% de su movilidad total, eso y las ganas del rubio que tenía por ver al genio.

———¿Está seguro de querer regresar ya?——— preguntó el Hechicero.

———Tony me necesita——— respondió.

———De acuerdo——— dijo para después abrir un portal, Steve se despidió y lo atravesó ———Suerte, Capitán——— susurro.

———Bienvenido Señor Rogers——— lo saludo la IA

———Hola Jarvis, me alegra escucharte——— saludo.

———El señor Stark no se encuentra, ¿Gusta que le llamé?——— preguntó.

———No, mejor dime a qué horas llegará———

———Dentro de una hora, ¿Quiere ordenar comida?——— Steve sonrió, sabía que no podría cocinar por sí solo.

———Me parece, pide la comida favorita del Tony———

———A la orden, señor———

Steve se sentía algo cansado, no podía mantenerse de pie por mucho tiempo, así que caminó en dirección al sofá y se recostó un poco para descansar. Los minutos pasaban y Steve se aburrió así que tomó una de las revistas y las leyó una por una hasta que se quedó dormido.

———Señor Rogers——— lo llamo la IA despertando al rubio ———Le informo que el señor Stark está en el Lobby———

———Gracias Jarvis, ¿Y la comida?——— preguntó.

———En la cocina——— respondió.

———Excelente———

Con mucha dificultad el rubio se levantó y caminó directo a la entrada a esperar al genio. Tony iba absorto hablando por el celular con Pepper, discutiendo sobre el horario de las futuras cenas y reuniones.

———¡Ya te dije que no me importa!——— gritó ———No quiero ir——— se quejó, la puerta del elevador se abrió dejando ver a un castaño con los ojos cerrados y el ceño fruncido ———Pepper no qui...——— no pudo completar ya que al abrir sus ojos lo primero que vio fue a Steve ———Te marcó después——— le dijo a su amiga para cortar la llamada y seguir viendo al rubio.

———Bienvenido, Tony——— dijo con mucha dulzura.

———¡ESTÁS AQUÍ!——— dijo con mucha emoción para abalanzarse sobre el rubio, provocando un quejido de dolor ———¿Te lastime?——— preguntó al instante mientras se alejaba un poco, pero el rubio negó.

———¿Qué tal si cenamos y me hablas de tu día?——— dijo con galantería el rubio.

———Si me lo pides con ese tono de voz hago lo que quieras——— respondió el genio.

Steve sonrió al entender lo que Tony estaba tratando de hacer, pero lo dejaría para más tarde, ahora lo que le importaba al rubio era saber lo que había hecho durante este tiempo que él estuvo en el templo. La cena había sido maravillosa, pero lo que ambos hombres disfrutaron más fue la hora de dormir, Tony se recostó en el pecho del rubio e inmediatamente cayó rendido ante el sueño, mientras que Steve lo miraba con detenimiento y acariciaba con mucha devoción, a pesar que esa noche no tuvieron sexo sabía que les quedaba tiempo de sobra y poder disfrutar de su amor...

FIN...