2. El Final

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Mis amigos y yo estábamos en la costa, mirando sin ver unos pequeños botecitos con forma de pato llevar a unos niños en una zona de juegos de la playa, era una construcción reciente parecida a un gran lago artificial que se alzaba unos 10 metros por arriba del nivel del mar.

Desde la nueva costanera (a solo unos 100 metros de la costa) se podía apreciar todo el nuevo complejo recreativo del cual formaba parte el lago. Su apertura coincidió con la "Gran Liberación" después de la Pandemia "Garza Roja". Tras 4 años de duras restricciones al fin la plaga había sido derrotada, eso merecía ser festejado, ¿no es así?

Lo cierto es que estábamos ahí... Y de pronto Lucius decidió bajar a la playa, estábamos cerca y el sol ya hacía tiempo se había ocultado, el clima era agradable, aunque un poco húmedo y entonces empezamos a notar algunas cosas extrañas.

Los pájaros fueron el primer indicador, de la nada cientos de ellos comenzaron a salir volando simultáneamente, como si hubieran escuchado una gran explosión. La reserva natural se encontraba bastante cerca, pudimos ver como se alzaba una nube de pájaros y se alejaban de la costa. Estábamos distraídos, pensamos que quizás fuera algún ruido de la aglomeración de gente que los podría haber asustado, o algún irresponsable se había metido a la reserva y ocasionado eso.

Pero entonces sentimos algo muy extraño, un temblor, pero no fue en nuestros pies, fue en el aire. Era como si de pronto el aire nos hubiera sacudido, no había ruido, ni luces extrañas, nada más que esa sensación como si todo nuestro cuerpo vibrara y una onda de aire se proyectará desde nuestro cuerpo como empujándonos unos a otros.

Nunca pude explicar bien esa sensación, fue como si cada uno de nosotros hubiera explotado, sin hacerlo, lo cierto es que todo mundo quedó paralizado, en ese momento la confusión, la sorpresa y hasta las risas se manifestaban en cada rostro a mi alrededor.

Lucius grito,
- El mar se retira! ¡Se vaaa!

Y ahí los rostros se transfiguraron en miedo. Lucius era mi hermano del alma, vecinos desde pequeños, no era un muchacho que se asustara fácilmente, sin embargo, en este momento su cara era de absoluto espanto.

Todos empezaron a correr, alejándose de la costa, pero la realidad era que no hubo tiempo para nada, tan rápido como el agua se retiró la ola ya se estaba alzando sobre nosotros. Algo en mi cerebro me decía que esto no tenía ninguna lógica... ¿Un Tsunami en nuestra ciudad? Era algo imposible. Y si, lo era.

Corrí locamente junto a Lucius tratando de despertarlo de su estado de shock y echamos a correr cuando empezamos a sentir el agua correr en nuestros pies. Solo atinamos a subir al edificio "Charleston" y al estar ahí fue cuando sentimos el segundo impacto, no era la ola, era esa extraña vibración en nuestros cuerpos, esta vez logramos ver mientras subíamos por las escaleras que mucha gente se paralizaba, como cruzada por una descarga eléctrica. Definitivamente esto no era normal. Seguimos subiendo hasta llegar al piso 12 que era la terraza y nos asomamos para ver qué tan malo era.

La gente parecía maniquíes congelados en su lugar, la ola los barrios con facilidad, algunos pocos aún se movían, tratando de llegar a un lugar seguro, el agua de mar, que en nuestra costa siempre fue de color oscura y arenosa, se veía de un turquesa casi iridiscente.

Hacía mucho frío, demasiado para ser verano... De pronto sentí que todo mi mundo se volvía de color negro y me apagué escuchando a Lucius gritar mi nombre

- Victoria!!

Paradox - La historia del finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora