24. Dudas

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- Quizás lo que voy a decir les suene algo descabellado y crean que estoy fuera de mi elemento, pero ¿no es posible que no sea un ataque sino una advertencia de algún tipo? - Oscar tenía dudas muy serias respecto a la interpretación de ese mensaje - O sea, es realmente muy subjetiva la interpretación.

- Quizás le hubiera dado la razón si no fuera por el intrascendental hecho de que desaparecieron ya más de 200 mil personas. - Torres no pudo evitar ridiculizar a Oscar, sus dudas además de ridículas le parecían indignantes.

Oscar se mordió la lengua para no insultarlo, pero nada de eso fue evidente externamente, solo se encogió de hombres y pensó, "Ya veremos quién tiene la razón".

Jorge estaba extrañamente callado, contrastaba con Lucía, que parecía muy alterada.

- ¿Tenemos razones para pensar que estos ataques pueden seguir ocurriendo y pueda haber más ciudades afectadas?

- Sinceramente eso nos tememos, aunque se han tomado su tiempo para realizar su segundo movimiento, no podemos estar completamente seguros de que será su modus operandi, quizás tarden hs o meses en volver a atacar, no hay forma de saber. Por lo pronto necesito que ahora nos turnemos para realizar una sesión junto al Comandante Gentil, es absolutamente necesario que seamos TODOS totalmente francos con él, el tiene un código de silencio profesional que le impide revelar cualquier información suministrada durante las sesiones. Necesito que nuestras mentes estén claras y definidas, no hay lugar para errores o riesgos. Debemos mantenernos fuertes y aunque resulte difícil pensar esto ahora, como un frente unido. Mañana el panorama puede recrudecerse mucho en cuanto despierte Victoria, no tenemos idea de cómo será su estado mental. Nuestro discurso común es: "Debemos ir al Charleston a buscar pistas y volver a Le Croix", desde ese momento Victoria deberá permanecer en una habitación sin ventanas, la misma será preparada para que sea totalmente segura en su condición.

La reunión terminó y Martín volvió a quedarse solo.

Odiaba tener que hacer eso con ella, pero tenía miedo de que escapara, o hiciera alguna locura, lo mejor sería tenerla sedada en el cuarto hasta poder rescatar a Elena o recuperar lo que pudiera... no quería pensar en lo peor, pero no había forma de estar seguro. La esperanza era un lujo en la milicia pisciana, por lo general era preferible esperar lo peor, de esa manera siempre se estaba preparado.

A la mañana siguiente ella despertó confundida, no entendía dónde estaba, Lucía estaba a pocos metros de ella. Su cabeza era un mar de ideas, noticias, recuerdos, era demasiado, no podía pensar, se sentía fuera de sí misma.

El Almirante Torres entró en ese momento al escuchar ruidos en la habitación, la había ubicado frente a la suya para estar atento a cualquier cosa. Victoria lo miraba sin ver como en un sopor, era evidente que la crisis de ayer la había desconectado de la misma manera que pasó cuando la encontraron en aquel techo.

- Vamos a ayudarte Vi, vas a estar bien. - Martín abrazo a esa mujer que había cambiado tanto su vida. Pero se separó casi al instante cuando Jorge y Oscar entraron a ver como estaba.

- Necesito quedarme unos minutos con ella a solas por favor, tengo que evaluar su estado, luego podrá entrar el Capitán para realizar un examen clínico.

Todos salieron.

Solo Victoria faltaba en su lista de tareas antes de la misión al Charleston, y era fundamental poder unir las piezas de ese rompecabezas ya de por sí, incompleto.

Paradox - La historia del finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora