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_¿𝐸𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑢𝑙𝑡𝑖𝑚𝑜 ℎ𝑖𝑗𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑀𝑖𝑛? ¿𝑌𝑜𝑜𝑛𝑔𝑖?

_ 𝐿𝑖𝑠𝑎, 𝑜𝑏𝑣𝑖𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑜 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑒, ¿ 𝑐𝑟𝑒𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑣𝑖𝑣𝑜 𝑒𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑐𝑢𝑒𝑣𝑎?

_ 𝑜ℎℎ, 𝐽𝑒𝑛𝑛𝑖, 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑡𝑎𝑛 𝑚𝑎𝑙𝑎 𝑜𝑛𝑑𝑎, 𝑃𝑒𝑟𝑜, 𝑒𝑛𝑐𝑒𝑟𝑖𝑜, 𝑒𝑠𝑒 𝑌𝑜𝑜𝑛𝑔𝑖 𝑚𝑒 𝑡𝑟𝑒 𝑓𝑎𝑠𝑐𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎.

_ 𝑁𝑜 𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑙𝑎 𝑢𝑛𝑖𝑐𝑎.

_ 𝐷𝑖𝑔𝑜, 𝑢𝑛 𝑙𝑖𝑛𝑑𝑜 𝑦 𝑎𝑑𝑜𝑟𝑎𝑏𝑙𝑒 𝑜𝑚𝑒𝑔𝑎, 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑑𝑒𝑚𝑎𝑠 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑎𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑠, ¿𝑁𝑜 𝑒𝑠 𝑙𝑎 𝑐𝑜𝑠𝑎 𝑚𝑎𝑠 𝑙𝑖𝑛𝑑𝑎 𝑦 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑎𝑙 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑦𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑎𝑑𝑜?

_ A ver si mueves tu culo de la máquina, pelirubia estúpida.

Ambas jóvenes voltearon para mirar al muchacho de piel ligeramente bronceada detrás de ellas, el flequillo de su cabello rubio casi tapaba parcialmente unos pelos resaltantes por su brillo característico.

Las dos chicas hicieron una mueca de confusión, no había sentido un mínimo olor de la presencia de aquel chico

Lisa rodó los ojos, separándose de la máquina expendedora dónde está apoyada, tomando la mano de Jenny, las dos betas se fueron, caminado apresuradamente por el pasillo del edificio de la universidad

Jimin por fin pudo pedir su gaseosa a la máquina, disfrutando el silencio que había provocado la ausencia de las dos chicas.

En verdad, el había escuchado acerca de ese caso tan especial llamando Min Yoongi: siendo un joven Omega, ya era bastante especial, pero no fue conocido hasta hacía unos días, cuando el mundo se enteró que el chico de veintitres años era un cambiaformas; pasando de ser un muchacho, a un lobo blanco.

Por muchos años, se creían a los cambiaformas como un mito, algo propio de las películas de Hollywood.

Claro que Jimin tenía tanto Interés en ese tema como lo que le importaba hablarles bien a la estúpida de Lisa.

Un menos díez porciento, para ser más exactos.

Con su refresco en la mano, volvió a la biblioteca, lugar donde dedicaba a hacer las unidas dos cosas que hacía en la universidad; estudiar o dormir. Aunque siempre tuvo costumbre de terminar haciendo la segúnda cosa.

Dejando a sus pies la lata medio vacía, se acostó en el sillón del fondo de la biblioteca.

La bibliotecaria era una joven alfa de poco más de dieciocho que sabía de las siestas de jimin, pero no le molestaba en lo absoluto, por otro lado, despertaba al chico solo cuando un profesor l el mismo director entraban para corroborar el buen uso de la biblioteca; por esa razón, el pelirubio dormía con un libro entre las manos, así para cuando se despertara, solo fingias leer.

_ Buenas tardes,_ saludo Jimin a la pelinegra tras el largo escritorio con una corta reverencia.

El podía considerar a la joven alfa como la persona que más apreciaba de toda su universidad y la única que elgiria como amiga, claro, si tuviera algún interés en hacer amistades.

_Hola Park.

A pesar de que la chica sabía su nombre, Jimin nunca se había molestando en fijarse el nombre de ella ni en la placa en su pecho o me la descansaba sobre el escritorio.

델타 Delta ♡︎ jimsu ♡︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora