MonoSixual (MonoxSix)/lemon [Traduccion]

Capítulo 11: El hogar

Salieron dando tumbos de la televisión, todavía abrazados con fuerza. Apenas notaron cómo se apagaba por sí sola. O cómo la señal, repulsiva y omnipresente se debilitaba a cada segundo.

No hablaron mucho en el tiempo posterior. El trauma de la terrible experiencia los dejó a ambos necesitados de consuelo.

Así que se sentaron, cada uno con la cabeza apoyada en el hombro del otro, tirando de ellos con fuerza.

Ninguno sabía cuánto tiempo se quedaron así.

Ninguno de los dos quería ser el primero en romper el agarre.

Pero todo acaba.

Quizás fue el sonido de su estómago retumbando lo que aflojó su agarre.

Quizás Mono vio una sombra mirándolos a ambos desde el otro lado de la habitación.

Lo que sea que se rompiera primero, ambos se quedaron deseando que no hubiera terminado.

Pero estaban exhaustos. Había pasado tanto tiempo desde que encontraron descanso.

Sin decir palabra, registraron el apartamento. Reunieron cojines de los asientos para tumbarse y ropa vieja como mantas.

Escondido en algún armario olvidado había comida para comer.

Y en su cama improvisada, estaban el uno al otro.

Se quedaron dormidos, todavía abrazados.

Por primera vez, desde que podía recordar, el sueño de Mono fue completamente pacífico.

Sin monstruos. Sin puerta. Sin eternidad.

No más soledad.

Cuando volvió a abrir los ojos, se sorprendió de lo acogedor que era este departamento abandonado.

Ciertamente, se sentía más cálido que cualquier escondite en el que se hubiera refugiado.

Esa calidez era su compañía.

Podía sentirla encima de él. Sus cuerpos presionados uno contra el otro. Ella arriba y él abajo.

Sonrió al recordar el casillero. Había sido tan traumático en ese momento.

Los matones, el maestro ... Los sentimientos que se agitaban dentro de él ...

Pero ahora el recuerdo le agradaba. Como si ese hubiera sido el momento que los había unido. Realmente juntos.

Respiró profundamente mientras recordaba las visiones y sensaciones de esa experiencia.

Todavía olía bien, incluso después de todo lo que habían pasado.

Y, por supuesto, recordó ese sentimiento. La agradable sensación en su pene al tocarla.

En ese casillero, el escondite, el hospital y luego el dormitorio ...

Mono se movió levemente.

No quería perturbar el sueño de su amigo y estaba peligrosamente cerca de hacerlo. Pero realmente lo quería.

Como en respuesta, sus ojos se abrieron.

Cuando se enfocaron, sus ojos se encontraron con los de él. Y ella le sonrió.

Quizás solo con ver su rostro sonriente fue suficiente por ahora.

Sin embargo, mientras se sentaba, todavía encima de él, su rostro se quedó perplejo.