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Kenma se arrepentía de muchas cosas en su vida.

Pero aquella que le seguiría por siempre fue el haber dicho "No" aquella vez que sus padres le invitaron a hacer las comparas con ellos.

Cuando sus padres murieron Kenma no tenía a donde ir, debido a que su madre huyó de casa para estar junto a su padre, no tenía contacto con su familia y algo similar ocurría con la familia paterna.

La única persona que pudo salvarlo de no ir a un hogar de menores fue el hermano mayor de su padre.

Su tío tampoco era alguien cercano. Para un pequeño de apenas siete años, tener que convivir con alguien muchísimo mayor que él y sumado a que no tenía confianza era una tortura.

Pero si a Kenma le hubiesen dicho en ese tiempo que debería pasar situaciones como las que actualmente vive, estaría encantado con seguir viviendo aquellas.

Tenía diez años la primera vez que aquel hombre lo tocó.

Tenía diez putos años la primera vez que ese hombre pensó que estaba bien meter sus manos en la ropa interior de un menor y continuar haciéndolo por años a pesar de que el niño lloraba y le suplicaba que no lo hiciera, que haría todo lo que él quisiera pero que por favor se detuviera.

Sin embargo desde aquel entonces todo pareció empeorar. El hombre comenzó a salir en las tardes y volver completamente borracho casi a media noche, con una rabia inmensa que finalmente descargaba en su pequeño sobrino.

Para Kenma aquello era rutina. El sentir dolor en alguna parte de su cuerpo cada día ya era normal y aprendió a vivir con eso a pesar de no merecerlo.

Después de el fallecimiento de sus padres nadie nunca se preocupó por él, nunca le miraron dos veces luego de ver los moretones en su piel, nunca le ofrecieron algo de comer cuando escuchaban su estómago rugir cada cinco minutos.

Nunca le preguntaron si estaba bien.

Por eso, cuando conoció a Kuroo no sabía cómo reaccionar, no recordaba cómo era sentir que alguien se preocupara por él, aunque sea muy mínimo.

Tal vez fue la simple presencia del chico la cual le hacía confiar en él o simplemente Kenma era muy ingenuo y su vida estaba tan deteriorada que solo tomaría la primera mano que le fuese extendida después de tantos años de sufrimiento sin siquiera notar si la persona era buena o mala.

De todas maneras Kenma ya tenía una idea en mente, por ello confió en Kuroo.

Luego de que el chico le preguntara sobre los moretones en su cuello él le explicó a que se debían, obviamente de manera superficial, no le explicaría toda su vida como si le estuviera relatando una historia.

Solamente contó que sufría violencia intrafamiliar. No dijo quien ni desde cuando.

"¿Por qué?" Fue lo que salió de los labios de Kuroo. Kenma soltó una risa nasal luego de oírlo.

Desde los diez años se preguntaba lo mismo.

¿Por qué? ¿Por qué yo? ¿Qué hice para merecerlo?

Sin embargo nunca llegaba o tal vez si lo hacía, en forma de un golpe nuevo cada día. Tal vez tendría que aprender a leer el significado de aquellos golpes para encontrar la respuesta.

"No lo sé" Habló manteniendo un tono suave, más suave del que estaba acostumbrado a utilizar.

"¿No has pensado en denunciarlo?"

"Un millón de veces e incluso lo he hecho" Sinceró.

"¿Y que ocurre?"

"Dicen que harán algo, pero nunca pasa, lo máximo que han hecho es ir a casa, pero como no ven algo sospecho y no indagan más allá de eso, no sirve de nada" Alzó sus hombros y llevó sus ojos miel a el cuerpo a su lado, Kuroo lo miraba con mucha atención.

Tenía la misma mirada que Kenma recordó alguna vez ver en su madre cuando él se caía y raspaba alguna de sus rodillas.

Aquello le hizo querer llorar, pero como de costumbre solo se limitó a cerrar los ojos, inhalar profundamente e ignorar el sentimiento.

Kenma volvió a mirar el cielo, notando recién que ya no era colorido como antes, ahora las nubes grises lo cubrieron en su totalidad.

Se removió hasta quitar la mochila de su espalda y de dentro de ella sacó una cajetilla de cigarros y un encendedor.

"¿Fumas?" Preguntó Kuroo cuando notó cómo tomaba uno de la caja y lo dejaba sobre sus labios.

"Sí ¿Tú lo haces?" Kenma encendió el cigarrillo y le dio una corta calada.

"Nunca lo he hecho"

"¿Te gustaría intentarlo?" El teñido pudo ver la duda en el rostro de Kuroo, pero luego de que este asintiera, sonrió y le extendió la cajetilla. "Una vez esté encendido debes inhalar, evita tragar el humo o te puedes ahogar, puedes retenerlo durante unos segundos pero luego asegúrate de expulsar lo más posible"

Explicó Kenma mientras encendía el cigarrillo que ya estaba entre los dedos de Kuroo. El rubio miró atentamente cómo se llevaba el objeto a los labios y como tosía luego de haber hecho exactamente lo que no debía hacer.

Kenma rió mientras apoyaba una mano sobre el hombro del más alto intentando ayudarlo a regular su respiración.

Finalmente el pelinegro lo logró, pudo terminar con todo el cigarrillo sin ahogarse otra vez. "No entiendo como no lo intenté antes, es genial". Habló Kuroo justo después de dar la última calada y estrellando la punta contra el piso para apagarlo.

"Es sorprendente encontrar a un chico de casi dieciocho años probando un cigarro por primera vez". Kenma le dio una leve sonrisa. "Al menos dime que si has probado el alcohol, porque si no lo haz hecho lamento decirte que no puedo ayudarte a hacerlo hoy, no creo poder cargar con alguna botella en mi mochila"

Kuroo soltó una risa algo fuerte la cual sorprendió al teñido. "Tranquilo, eso sí lo he probado"

No supo cuándo el tema de conversación había cambiado pero estaba bien, se sentía mejor al hablar de esto que sobre sus problemas. Sobre todo se sentía bien sólo tener alguien con quien hablar.

Cuando las gotas comenzaron a caer y una sin querer apagó el segundo cigarrillo de Kenma cuando este iba por la mitad fue que decidieron irse.

Y como la última vez que salieron juntos de la escuela Kuroo siguió a Kenma manteniendo la distancia, la única diferencia fue que esta vez el chico se despidió antes de comenzar a correr en dirección contraria al pelinegro.

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holaaa.

¿están bien?, espero que que si. <3

bien, esto no estaba planeado porque quería que toda la historia fuese desde el punto de vista de Kuroo pero sentí que sería necesario explicar sobre Kenma para que se entiendan algunas cosas que se mencionaran más adelante.

y creo que gracias a esto pensaré también en narrar algunas partes como omnisciente más centrado en Kenma.

la verdad me dio penita escribir sobre esto, pero aaa esta bien. :(

AAA, Y perdón si hay algún error ortográfico, últimamente he tenido una confusión gigante sobre como usar el has de haber y el haz de hacer /llorar.

A Simple Voice - [KuroKen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora