04

68 11 4
                                    



Era el segundo día seguido en que sus padres no estaban en casa. ¿Por qué? Simple trabajo y la verdad, Kuroo prefería estar solo a estar con ellos.

No había mucho que hacer un sábado por la tarde, al menos no en Tokio. Si estuviera en su antigua ciudad de seguro podría pasar tiempo con Yaku o simplemente ir a ese parque al que siempre recurría cuando discutía con sus padres.

Finalmente decidió que saldría a caminar. Al menos le serviría para conocer el lugar fuera de la rutina que se basaba en ir de su casa a su escuela y viceversa.

Cuando se acercó para tomar sus llaves sin querer tiro el pequeño post-it que su madre había pegado sobre una bolsa con un sándwich. "Sé que no almorzaras, come esto al menos." Leyó en voz alta una vez lo recogió.

La verdad sus padres no eran malas personas. Solo habían nacido en la época equivocada y aprendieron formas equivocadas de criar a su hijo.

Porque a pesar de todo Kuroo les seguía queriendo, sin importar todas las veces que le prohibieron hacer las cosas que le gustaban o las veces en que le regañaban solo por estar ahí.

La forma en la que Kuroo podía entender las situaciones de los demás y ponerse en su lugar era sorprendente, aunque a veces lo hiciera con personas que no lo merecían. Como aquella vez en que un compañero lo golpeó y pensó: Algo debí hacer para que reaccionara así. Por suerte para él, Yaku le encontró y espantó al chico, desde ese día son mejores amigos.

Kuroo salió de su casa siendo consiente de que podría pescar un resfriado por el clima frío de afuera y sobre todo por el hecho de que llevaba solo una polera de manga corta y sobre ella una sudadera delgada. Con el sándwich en uno de los bolsillos.

Vagó por las calles durante varios minutos, tratando de recordar cada lugar que pasaba para no perderse, sería vergonzoso pedir ayuda cuando ni siquiera recordaba la dirección de su casa.

Al fin llegó cerca de un río, como había césped por todo el lugar y uno que otro árbol decidió sentarse ahí, solo a perder tiempo.

Tomó el sándwich de su bolsillo una vez estuvo sentado y comenzó a comer, mirando como el agua arrastraba las rocas más pequeñas y como el sol se iba escondiendo lentamente tras la lejana montaña frente a él. Era un paisaje lindo de ver.

"No se si el mundo me odia o me ama, pero siempre me hace encontrarte". Kuroo volteo limpiándose la comisura de los labios, ya que debido al salto por el susto se había manchado con la mermelada. "Oh, tienes en la mejilla también". Habló riendo.

"¿Cuando llegaste? No te oí". Vio a Kenma acomodarse junto a él, manteniendo la distancia.

"Hace unos minutos, pero te veías tan calmado que no quise interrumpirte". Kuroo volvió a desviar su mirada al punto de antes, ahora el reflejo de el cielo en el agua era mucho más hermoso.

"¿Vives por aquí cerca?"

"No mucho". Por alguna razón Kuroo se sentía ansioso, no sabía si debía seguir hablando o mantenerse en silencio. "¿Tú vives cerca?". Por suerte, Kenma habló.

"No lo sé creo que sí, solo sé que vivo cerca de la escuela"

"Entonces creo que caminaste mucho". Kenma le miro con una media sonrisa en su rostro, y el más alto sintió como algo se removía en su estómago, de seguro el sándwich tenía algo que ver.

"¿Está lejos de aquí?". Vio al teñido asentir suavemente.

"Vivo a unos diez minutos de la escuela, y este lugar está quince minutos hacia el lado contrario de mi casa". Explicó moviendo sus manos para que Kuroo le entendiera mejor.

"Eso quiere decir que vivimos cerca...". Soltó como un susurro sin notar que hablaba en voz alta. La idea de ir junto a Kenma a la escuela sonaba tan tentadora, pero no se atrevía a proponérselo.

"Creo que sí". Habló Kenma en el mismo tono y Kuroo volvió a estar nervioso. "Algún día podríamos ir juntos"

Kuroo le miro de inmediato, ¿Acaso le leyó la mente? Aunque el teñido había hablando con un leve tono de duda en su voz Kuroo no fue consiente de ello. "Claro... sí, si quieres, me gustaría" Respondió dejando que la pequeña sonrisa se mostrara en su rostro.

Ambos se mantuvieron en silencio. Hacía frío, ambos lo sentían, pero por alguna razón no dirían nada sobre eso, no querían dejar al otro. Solo que por desgracia el cuerpo reacciona sin querer aveces, por eso cuando Kuroo vio el cuerpo de Kenma temblar luego de un viento frío le ofreció su sudadera.

"No". Dijo apenas vio lo que el contrario intentaba hacer. "Te vas a quedar solo en esa polera de manga corta, así que no"

"Te vas a resfriar"

"Igual te vas a resfriar si te quitas eso, yo estoy abrigado es solo que soy un poco friolento". Habló alzando los hombros para restarle importancia, Kuroo dudo unos segundos pero volvió a acomodarse la prenda.

Como ya era costumbre, se quedaron en silencio. Ambos mirando el mismo paisaje pero pensando en cosas completamente diferentes.

Ya que mientras Kuroo pensaba en porque se sentía tan bien al estar junto al teñido. Kenma pensaba en excusas para no volver a casa.

"Kuroo". Habló el más bajo de repente, tomándolo por sorpresa. "¿Alguna vez has sentido ganas de gritar? No algo así como gritarle a alguien porque estás enojado, sino gritar a la nada y a todo a la vez". Kuroo llevó su mirada a Kenma otra vez mientras pensaba.

"¿Te sientes así ahora?". Kenma asintió luego de escucharlo. "¿Y por qué no lo haces?"

"¿Tal vez por qué estamos en un lugar donde las personas pueden reclamar?". Soltó riendo suavemente y Kuroo le siguió algo avergonzado.

"Oh, cierto". Kuroo quería ayudarle, sabía lo que era sentirse de esa manera. Es horrible cuando quieres desahogarte pero no sabes como. Finalmente el pelinegro recordó que traía su celular consigo.

Rápidamente se acomodó quedando frente a Kenma y sacó su celular. "Cuando me siento así, la mayoría del tiempo escucho música, tal vez te suene un poco tonto pero te aseguro que ayudará a que te sientas mejor". Busco entre toda su música la más relajante que encontrara, pero Kenma le detuvo tomando su mano.

"Conozco una canción que pasaste". Sin soltar la mano de Kuroo utilizo su mismo dedo para subir hasta donde estaba el título y presionarlo.

La melodía de 'I Hear a Symphony" Comenzó a sonar y por fin Kenma soltó su mano.

"No se si te gusta, pero es linda"

"Tranquilo, me gusta". Habló rápidamente mientras se acomodaba de nuevo en su lugar.

El ambiente era tranquilo. El sol ocultándose, el sonido de el agua corriendo por el río y la canción, hacían del momento algo especial.

Sumado a la voz de Kenma cantando la canción. Kuroo no cambiaría eso por nada en el mundo.

___

PERDÓN.

juraba que había publicado el capítulo hace como una semana creo, lloro.

Perooo, publicaré dos capitulos más justo ahora. :((

A Simple Voice - [KuroKen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora