Desde pequeña siempre me había imaginado vivir en una gran casa, con el amor de mi vida un hombre muy guapo y que me respete. Tener muchas mascotas como un caballo o incluso hasta serpientes y muchos más, no me preocuparía si no entraban todas mis mascotas en mi casa ya que esta seria realmente gigantesca y espaciosa. Pero jamás me imagine...
-Vivir en el infierno apesta.
-Es por que aun no te acostumbras.
-Ñiñiñiñi chingue a su madre yo me voy de aquí.
-*Suspiro*... Te hace falta paciencia.