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—¿Quieren ir a dónde?—les pregunté incrédula. No podía creer lo que me acababan de decir las locas estas.

—No pasará nada, acuérdate que retiraron los cargos así que podemos ir.—dijo Cynthia restándole importancia al asunto. La miré con la boca abierta.

Mads y Nessa solo se encontraban mirando en una esquina ansiosas y nerviosas por cualquiera reacción que yo podía tener. Se podía decir que las que podíamos ser un poco alocadas y poder hacer las locuras sin casi pensarlo dos veces éramos Cynthia y yo. Así que podía entender porque las dos estaban un poco alejadas de nosotras. Dejé de mirarlas y enfoqué mi vista nuevamente en la castaña que se encontraba al frente mío de brazos cruzados.

—No pienso volver a esa casa.—finalicé, dando fin a la conversación que estábamos teniendo. Cynthia suspiró exageradamente de fuerte rodando los ojos.

—Tarde o temprano vas a volver a esa casa, como la llamas porque si no te acuerdas nuestras madres nos la compraron para pasarla ahí e incluso cuando cumplamos los dieciochos mudarnos a vivir.—me señaló con el dedo índice claramente perdiendo la paciencia.

Abrí y cerré la boca sin saber que decir, definitivamente me había quedado sorprendida por lo que Cynthia me acababa de decir. Yo sí que no sabía eso, me tomó de sorpresa todo esto.

—¿Ya terminaron?—preguntó Mads caminando hacia nosotras.

—Si.

Y con eso Cynthia dió finalizada nuestra conversación, giró sobre sus talones haciendo que su largo cabello chocara bruscamente en mi cara y se alejó de mi caminando con Mads detrás de ella. Abrí mis ojos ya que al impacto los cerré mirando a la castaña de lejos ofendida por haberme dado con su cabello en mi cara. Nessa se rió levemente y se fue detrás de ella, así que, rodando los ojos y suspirando fuertemente empecé a caminar tratando de alcanzarlas. Cuando salí de mi casa cerrando la puerta detrás mío vi a lo lejos que estaban adentro de mi auto esperándome, rodé los ojos nuevamente y caminé hacia el lado del piloto montándome.

—Pensé que íbamos en el auto de Mads.—protesté encendiendo el auto y arrancándolo.

—Su auto se ha expuesto mucho estas semanas, es momento de dejarlo descansando.—habló Cynthia, sentada al lado del copiloto. Le di una rápida mirada confundida.

—¿Qué mierda dijiste?—las chicas se empezaron a reír incluyendo a la Cinthura.

—No la juzgues últimamente se la pasa viendo películas de espías.—dijo Mads a carcajadas. Negué con la cabeza divertida.

A pesar de todo lo que había pasado con ellas, estaba muy agradecida por tenerlas en mi vida. Luego de estar todo el camino riéndonos y cantando como locas habíamos llegado a la casa. Estacioné el auto al frente de la puerta del garaje, ya que yo no tenía como abrirlo y a las chicas se les pasó eso de la mente, apagué el motor y bajamos del carro. Me dió un escalofrío al recordar como me había enterado de esta casa y empezamos a caminar hacia la puerta principal. Cynthia abrió la puerta entraron iba a entrar cuando de momento siento como si me estuvieran viendo, fruncí el ceño y miré para todos lados viendo nada. La voz de Nessa llamándome hizo que dejara de mirar como si estuviera paranoica y me adentré cerrando la puerta con seguro. ¿Qué? La seguridad de uno ante todo.

—Me llegaron tremendos recuerdos.—confesó Nessa mirando con nostalgia todo.

No nos juzguen estamos siendo un poco fanáticas al recordar qué pasó en esta casa.

—No deberían decir esto pero, estoy muy orgullosa de haber tenido a los Sway boys aquí en esta casa. Ósea en nuestra casa.—respondió Mads con una pequeña sonrisa en sus labios. Me reí levemente.

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⏰ Última actualización: May 04, 2021 ⏰

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KIDNAPPED, sway boys.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora