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Terminé de desatar a Josh y el ojiazul me sonrió dandomé las gracias, me levanté del suelo y los vi levantados de sus sillas, sonreí a mis adentros orgullosa de ganarmes su confianza pero tampoco iba a perder la compostura para que me distrageran y ser escaparan. A pesar que las chicas hicieron un error, que digo, una locura eran mis mejores amigas y no iba a dejar que las metieran en problemas. Asentí con la cabeza y empecé a subir las escaleras con ellos detrás mio, empujé la puerta para abrirla pero parecia que estuviera estancada, volví a empujarla con mi cuerpo y no pasó nada. Los miré por encima de mi hombro y los vi confundidos.

—A ver, permíteme un momento.—habló Jaden haciéndose paso entre ellos hasta llegar a mi lado.

Baje un escalón y él se puso en donde estaba parada e hizo lo mismo que yo pero no hizo nada. Veía que se estaba empezando a enojar ya que su semblante cambió a una expresión seria. Miré a los demás que estaban con el mismo semblante que Jaden, ahí supe que estaba valiendo verga.

—¡Nos encerraron, las locas de tus amigas nos encerraron!—chilló Josh con enojo en su voz. Todos volvimos a bajar y nos pusimos en círculo mientras nos mirábamos.

—¡Hey! Las locas esas son mis amigas, así que mira como hablas de ellas, pendejo.—dije enojada, frunciendo el ceño. Los chicos me miraron confundidos. Rodé los ojos al acordarme que no sabían español.

—Basta, así nunca vamos a resolver nada.—nos regañó Jaden colocándose en el medio separándonos un poco.

—Aparte, ¿por qué estás seguro que han sido mis amigas?—me crucé de brazos levantando una ceja esperando por su respuesta.

—Fueron las últimas en salir, duh.—dijo Josh muy seguro de si mismo.

Rodé los ojos y decidí a ignorarlo porque sabía que si le hacia caso le iba a brincar encima y no de esa manera.

—Tenemos que llamar a alguien.—avisó Blake mirando a los chicos y luego a mi.

Sentí que mi corazón hizo un bajón al escuchar las palabras de Blake, mis manos empezaron a sudar mientras que me empezaba a desesperar.

—No puedes hacer eso.—dije como pude ya que me estaba poniendo nerviosa y apenas podía hablar.

Ellos me ignoraron y empezaron a buscar en sus bolsillos sus celulares, empecé a morderme las uñas cada segundo que pasaba pero vi que ninguno sacó su celular, eso podía significar una cosa: las chicas les han quitado los celulares. Por fin pude soltar la respiración que no sabía que estaba aguantando, por lo menos hicieron algo bien estas niñas. Dejé de morderme las uñas cuando me miraron, los miré confundida sin entender nada.

—¿Qué les pasa?

—Tú tienes tu celular.—dijo Bryce con obviedad en su voz.

Saqué mi celular de mi cartera y vi que los chicos se acercaron un paso a mi, por instinto di unos pasos hacia atrás temiendo a que me quitaran el celular y llamaran a alguien.

—Aléjense de mi porque no tengo miedo en darles unas patadas en sus bolas.—los amenace o eso traté de hacer.

Ellos se miraron asustados y levantaron sus manos en son de paz, asentí con la cabeza y me relajé. En el día de hoy definitivamente he abusado de mis sentimientos, si mi mamá supiera que mis amigas me han mantenido histérica estoy segura que me iba a impedir salir con ellas porque un día de estos me va a dar algo y me voy a morir. Lo sé estoy exagerando pero me tienen que entender, no es fácil tener una amistad con unas locas pero inteligentes ya que pudieron secuestrar a los chicos de Sway.

Brinqué del susto al ver que mi celular estaba sonando y vi que era una videollamada, sonreí inconscientemente y antes de atender les hice una seña a los chicos para que no hicieron ruido.

KIDNAPPED, sway boys.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora