Recuerdo bien el momento en que exaltada y asustada desperté en el hospital central en el área de emergencias. No es posible explicar la cantidad de dolor que sentía en aquel momento, el inmenso mareo que sentía y la inmensa tristeza de saber poco después lo que en realidad había pasado conmigo en aquella noche.
Nadie se encontraba a mi lado, habían pertenencias de una persona sobre la banca junto a la cama, enseguida fije la mirada en los cables conectados por todo mi cuerpo, una aguja bien sujeta a mi mano y constantes bandas enredadas por sobre mis piernas con una coloración rojiza por encima que me dolía al tratar de moverme en el primer intento de ponerme de pie. De nuevo estaba Laura ahí, como una madre suplente preocupada por su pobre hija desamparada que había pasado una mala noche en el trabajo.
-Cariño, despertaste...-. Escuche su voz dulce, muy empalagosa para mí gusto, pero linda tras ver su rostro de miedo cuando me vió sentada en el borde de la cama. - Apenas puedo creer que te encontramos... No me imagino lo que hubiera pasado si no...- ¿Una interrogante? -¿Si no qué? ¿Qué fue lo que me pasó?-.
No podía recordar aún lo que había sucedido con anterioridad antes de aquel miedo invadido que cruzaba por toda mi espalda y piernas al ser acorralada en esa escena de terror.
-Ash... Te violaron. No encuentro la forma de decirte esto pero... Te salí a buscar para tu turno en el escenario, al ver que no estabas me preocupé un poco pero dijeron que habías salido con alguien así que decidí no insistir más. Pasaron pocas horas y aún no sabíamos nada de ti... Incluso en el mejor de los clientes, el tiempo no es tanto y... Presentía a que algo estaba mal...- Sus palabras tenían una peculiar preocupación al hablar. -Maldita sea Laura, dime ya lo que pasó.- Su mirada enseguida se fijó en mi. -Fueron 11 personas al menos las que te volaron, cuando te encontré estabas sangrando mucho... Esos imbéciles te golpearon demasiado, tus piernas tienen cortes por botellas que estrellaban sobre el suelo y... Pensé que te perderíamos.-
Fue sincera en lo último, posiblemente era mi destino terminar finalmente con mi vida de la misma forma en que muchas de nosotras solíamos acabar tarde o temprano. Asesinadas, masacradas e incluso hasta torturadas... Agradezco al cielo no poder recordar nada de esa noche.. Aunque mis pesadillas de cada día no dicen lo mismo que yo.
La denuncia se hizo, el barrio era conocido por ser dominado por los motociclistas del paso del diablo. Fue incluso el rostro de aquel maldito enfermo el que pude describir paso a paso, detalle por detalle y gesto por gesto hasta brindarles la información, pero jamás logró pasar nada, como siempre suele suceder ante la policía. En las calles de la ciudad solamente existen 2 reglas que todos deben respetar.
La primera es que siempre estarás solo, no importa qué y la segunda es mucho más sencilla que la primera, no confiar en nadie nunca. Ley de vivir o morir en el intento de dejar vivir a otro, terrible error mío.
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Sad Girl
RomanceMe lave la cara una vez más esperando que todo fuera parte de un sueño -Ya pasó todo, ya no estás ahí-. Me repetía una y otra vez en mi mente tratando de calmarme. Las gotas de agua escurrían por mi rostro mientras mi corazón seguía acelerado. Aquel...