¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Y por eso te fuiste con él? -pregunté enojado-.
-¿Qué? No, no. Thomi, estás entendiendo todo mal.
-¿Cómo es entonces? Porque me vienen informaciones de todos lados y, ¡Oh, casualidad! Todas dicen lo mismo.
-Amor, sabes que todo eso es mentira -dijiste tan calmado-.
-Sí, lo sé -bufé frustrado-. Pero me duele -confesé con la voz quebrada-. Esas mentiras me pegan justo en las inseguridades y me hacen sentir mal, yo sé que podrías cambiarme por cualquiera -murmuré lo último-.
-No chiquito -acunaste mi cara en tus manos-. No podría cambiarte por cualquiera porque yo no quiero cualquiera. Estoy enamorado de vos, me gustas vos y solo quiero estar con vos -tus labios se posaron sobre los míos de forma rápida-. Que digan boludeces quinientas veces, las quinientas te voy a repetir lo mucho que te amo -juntaste nuestras frentes-. Te amo Thomi, no te lo olvides.
-Perdón..-fue lo único que me salió decir-.
Tenía enojo pero conmigo. Quería que estas inseguridades desaparezcan. Quería sentirme bien.
-Yo te voy a tratar de ayudar, amor. No estás solo, ¿Si? -asentí-. Te amo.
