La puerta de James era golpeada insistentemente, así que se apresuro a bajar pero antes de abrir pregunto quien era.
James es el dealer de Ailyn.
- ¿Quien es?
- soy yo, abre la puerta - La voy de Ailyn se escucho del otro lado de la puerta.
- Maldición - Murmuro en voz baja y abrió la puerta, una de las dos puertas que tenia por precaución.
-Hoy no Ailyn, lo siento.
- Vamos, no seas idiota.
- No, es enserio. No puedes entrar - Bajo la mirada tratando de evitar la mirada de Ailyn pero fue imposible.
- Mira, tu sabes lo que necesito, lo tienes.
- Disculpa, no puedo ayudarte.
- James, hoy tuve un día muy malo - Dijiste a punto de llorar - Ha sido un día realmente malo,así que necesito que me abras la puerta. Puedes abrir ¿Por favor?
- No voy a ayudar a matarte, Ailyn. Disculpa, pero ya no puedes venir mas - Dijo en voz baja - Ve a casa - Le dio una ultima mirada y le cerro la puerta en la cara.
- No por favor, no cierres la puerta... - Hizo una pausa - Mierda.. James - Le diste un golpe a la puerta con el puño cerrado - James, abre la maldita puerta, por favor. Te lo ruego, abre la puerta - Del otro lado james se encontraba con su frente apoyada a la puerta tratando de no llorar - James! Eres una basura. Te ganas la vida vendiéndole droga a adolescentes y de pronto sales con tu maldita conciencia moral. ¡Eres un maldito traficante fracasado! ¿lo sabias? - En ese momento James le dio la espalda a su puerta, dejándose arrecostandose lentamente - Eres un maldito traficante fracasado con siete neuronas funcionales - Hiciste una pausa - ¡Abre la puerta! -Gritaste dando golpes a la puerta desesperadamente - Púdrete James ¿Oíste? ¿Estas haciendo esto porque te importo? - James solo trataba de no llorar con la vista puesta en el suelo - Si de verdad te importara, no me hubieras vendido la primera droga para empezar ¡Pero lo hiciste! ¡Lo hiciste maldita sea! ¡Así que abre la maldita puerta - Diste otro golpe -
- No puedo hacerlo Ailyn, lo siento.
- ¡Tu me hiciste esto! - Gritaste mientras lagrimas se deslizaban por tus mejillas - ¡Tu me hiciste esto James! ¡Tu arruinaste mi vida! Lo mínimo que puedes hacer es abrir la maldita puerta y arreglarlo. Es enserio maldita sea. Si no abres la puerta ahora mismos, te juro por Dios que te odiare hasta el día que me muera -
James a este punto ya estaba destrozado y llorando, no podía creer lo que le había hecho la única persona que le ha importado.
- Lo siento - Dijo James caminando lejos de la puerta.
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Imagina Weasley's and Phelp's twins
Science FictionSituaciones alternativas con los personajes del universo de Harry Potter