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El plan era simple, los chicos ya lo habían buscado por muchas partes, pero no lo encontraron, fue cuando Jaebum dijo que tal vez estaba en un cierto lugar oculto de la vista de la gente, como el caldero chorriante en Harry Potter, lo malo era encontrar aquel sitio. Así que ahí los tenías a todos, caminando sin rumbo, como almas en pena vagando o como borrachos intentando encontrar una licorería abierta.
Taemin miraba a Suho, examinandolo de pies a cabeza, a lo que el otro ángel lo miró extrañado.

- ¿Qué tanto me ves?

- Estás muy guapo

- ¿Es en serio?

- No, realmente te quería preguntar sobre el lugar al que vamos

- Ni siquiera sabemos a dónde iremos

- Exactamente, mi querido Suho, tú sabes la respuesta muy en el fondo

- Si la supiera no estaría perdiendo el tiempo contigo

Taemin detuvo a Suho, todos los demás se detuvieron tras ellos.

- Taemin, ahora no es tiempo para jugar...

- Lo sé, Suho, a lo que me refiero con que tú sabes, es porque conoces a Hyejin más que nosotros, mucho más que nosotros a decir verdad

- Que gracioso eres -Junmyeon sonrió falsamente.

- Ignora eso, ahora tienes que recordar todo acerca de ella

- No puedo...

- Sí puedes, sólo imagina lo que debe estar sufriendo HoSeok

Junmyeon suspiró profundamente, cerró sus ojos y comenzó a recordar las pequeñas cosas de Hyejin, fue cuando de pronto abrió los ojos y dijo:

- Ya se dónde puede estar
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HoSeok estaba cansado, se siente tan débil sus ojos le pesan tanto ya no aguanta el sueño pero al cerrar los ojos no puede dormir debido al inmenso dolor en todo su cuerpo en especial sus alas, no había ni un sólo cabello que no le doliera, le es imposible no llorar, se siente imponente ante la situación, no había nadie allí más que él, así que con la poca fuerza que le quedaba intentó desatarse de nuevo, después de su conversación con Hwasa intentó huir otras dos veces las cuales obviamente terminaron en un gran fracaso y claro con un dolor extremo, desde golpes en cualquier parte del cuerpo aunque más en el estómago, en el rostro y uno en sus genitales, hasta heridas, quemaduras y otras cosas, debería rendirse tal vez pero sólo quiere ir a casa, sus manos le sangraban de intentar quitarse las cuerdas pero después de unos cuantos minutos logro sacar las manos, así que empezó a desatar las cuerdas de sus pies.
Con mucho esfuerzo logro levantarse de la silla, miró a su al rededor para asegurarse que no haya nadie y también para buscar una salida del lugar.

No había ventanas, sólo estaba la puerta principal y el techo roto de la primera vez que intento escapar. Suspiro profundamente, tal vez si sale por la puerta estarán ellas ahí, miró el "techo".

- Haré lo que en una película de terror harían... Saldré por el techo

Con ayuda de la silla subió pero aún así no podría salir así que también se ayudó de sus alas, revoloteo un poco sólo para alcanzar a agarrarse de lo que queda del techo, ahora estaba colgando del techo cómo una araña cuelga de su telaraña, intento subir un poco mas con la poca fuerza que le quedaba, pero el techo estaba muy frágil así que cayó con todo un poco de techo sofocandose cuando cayó. Ya no aguantaba nada, las lágrimas volvieron a salir, soltó un grito de desesperación y dolor.

- ¿¡Por qué nadie me puede ayudar!?, ¿¡Qué hice para merecer esto!?

Se levantó del piso débilmente, tiene que salir de ahí, no es el momento para quejarse y quedarse ahí para más maltratos, miró la puerta, agarró un pedazo de madera que se cayó del techo, sus ojos se volvieron azules claros sus alas se abrieron para protegerse, tomó impulso y corrió hacía la puerta, con su peso logró derrumbar la puerta cayendo sobre ella, se levantó del piso, miró a su alrededor no encontrándose con nadie, más tarde se diría que tan idiota fue por no haber salido por aquí antes, todo al rededor era solitario sólo habían árboles, aún así no se dejó engañar con su "arma" caminó para ver si encontraba la salida.

Inocente Esperanza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora