Inocente Esperanza

~16~

[ Jungkook ]

El pequeño Jungkook, jugaba en el parque tranquilamente, corría de un lado a otro con otros niños que estaban ahí. Sus papás lo miraban de lejos platicando con otros padres de familia que se encontraban ahí.

— ¡No te alejes mucho, Kookie~! —le grita su madre a lo que el pequeño asiente.

Claro que Kook era muy pequeño y fácil de distraer, una mariposa se paró en su castillo de arena, Jungkook la miraba asombrado, con su dedo índice intento tocarla y lo hizo pero eso asustó a la mariposa que revoloteo llendo se de ahí, Kookie quería llorar, no quería que se fuera, se levantó y fue tras ella y pedirle perdón por tocarla sin su permiso.
Corría detrás de ella sin ver hacía atrás ni prestar atención a otra cosa, cruzo la calle sin ver, aunque no le pasó nada, así que siguió corriendo hasta que un desconocido pelirrojo lo detuvo antes de que volviera a cruzar una carretera donde los autos pasaban rápidamente.

— ¿Estás bien, pequeño? —preguntó el jóven.

Jungkook estaba asustado.— Si, si, gracias

— ¿Estás asustado, verdad?

Jungkook asintió con un puchero, volteó a mirar a su alrededor y no reconocía nada.— Quiero ir con mis papás

— ¿Dónde están tus padres? Te llevaré con ellos

— Ellos estaban atrás de mi —chilló el niño.

— No llores nene, los vamos a encontrar, ¿Recuerdas dónde los viste por última vez?

Kook asintió repetidamente, el jóven pelirrojo lo alzó para llevarlo cargando.

— ¿Dime entonces dónde los viste?

— En el parque, hablaban con otros señores

El pelirrojo asintió.— Oh están cerca entonces

Aún así el niño no se calmo del todo, le hablo de la mariposa que huyó, también tenía hambre, el muchacho le compró un helado, se llevó al niño de vuelta al parque, y busco a sus papás, fue cuando una pareja de señores se acercaron a ellos.

— ¡Mis papás! —grita Kook.

— ¡Oh pequeño Kookie~! —la preocupada señora se acercó a ellos.

El pelirrojo le entrego al niño a sus padres, he hizo una reverencia.

— Muchas gracias jovencito —dice el papá del niño haciendo una reverencia de 90 grados.— no sé cómo pagarselo

— Oh no se preocupe, él está bien y es lo que cuenta

— Que niño tan amable —dice la señora.— quisiera que comiera con nosotros para pagarselo

— Ay no señora está bien, mi paga es que el niño esté con ustedes, además no puedo aceptarlo

Después de muchas invitaciones e incluso que los padres del niño le quisieran dar dinero el jóven no aceptó, los padres del niño estuvieron muy agradecidos con ese niño tan bondadoso.
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HoSeok no sabía que diablos había pasado, lo último que recuerda era un bello rostro de una mujer y unos ojos rojos intimidantes. Al momento en que sus alas salieron para protegerlo, las cuatro sombras salieron y se acercaron peligrosamente a él, sin pensarlo se elevó en el cielo intentando huir de ese lugar, por un instante pensó que las había perdido pero de pronto estaba rodeado por ellas, retrocedió pero un golpe demasiado fuerte en la nuca lo desmayó haciendo que cayera rápidamente, antes de cerrar sus ojos completamente pudo ver qué una de ellas fue a su rescaté y lo último que escucho fue: