¿Loca? No, Katherin sacudió la cabeza y se río como si la brisa pudiera entenderla. Hasta que durara, iba a aferrar la vida con las dos manos para saber lo que tenía que ofrecerla.
Al muerte de su tía Jenni había marcado el punto decisivo. Sucedió de repente y Katherin se quedó sin familia. La tía duró a lo largo de sus sesenta y cinco años, siempre puntual, siempre responsable. Su trabajo como bibliotecaria, jefe, madre, había sido todo para ella. Nunca había faltado ni un solo día. Sus facturas eran pagadas y jamás había roto una promesa.
A Katherin le habían dicho en más de una ocasión que seguía los pasos de su tía. Sólo tenía veinticuatro años pero había sido tan formal y diligente como su tía. Dos meses después del fallecimiento había empezado a hacer sus planes para viajar y disfrutar de las recompensas por las que había trabajado tan duramente.El dolor que había sentido, provocaba un paso al furor,para luego convertirse en frustración al darse cuenta de que llevaba el mismo camino que su tía. Trabajaba, dormía, hacia una dieta equilibrada pero siempre comía sola. Tenía un pequeño círculo de amigos que sabían que podían contar con ella en caso de crisis, ya que siempre encontraba la respuesta más práctica. Nunca les agobiaba con sus problemas porque no tenía ninguno, la bendita, era un refugio para las tormentas.
Odiaba todo aquello y había comenzado a odiarse a sí misma, tenía que hacer algo. No se trataba de escapar sino de librarse. Toda la vida había hecho lo que se esperaba de ella. En el instituto, su timidez exagerada había hecho que se sintiera más a gusto con los libros que con sus compañeros. En la Universidad de Toronto (ranking 6 de las del mundo), la necesidad de justificar la fe de su tía había depositado en ella, la habían hecho concentrarse exclusivamente en lograr su graduación a través de intensos estudios. Siempre había tenido facilidad para las ciencias exactas; había sido fácil, quizás demasiado, especializarde en ese área porque sólo allí se encontraba segura.
Ahora iba a descubrir a la auténtica chica que traía en si, en las semanas, o meses, que le quedaban de libertad, se proponía a averiguar todo lo posible acerca de la mujer que llevaba dentro. Quizá no hubiera una mariposa dentro del capullo en el que se había envuelto, pero fuera lo que fuera, esperaba que le gustase y quizá incluso llegara a respetar a la desconocida que habitaba en su interior.
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¿Qué opinión tienen de la revelación de la personalidad de Katherin? Dejen sus comentarios y sus votos si le ha gustado este capítulo💭🌟
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Impulso [+18] ©
RomanceEsta es una historia que cuenta como Katherin tomó la decisión más importante de su vida, cuando lo dejó todo y se marchó a Italia en busca de aventuras. Allí conoció a Mathías Bellgrini y ambos se guiaron por sus impulsos, sin darse cuenta de que n...