¿Por qué lo quieres? | Versión Lucy | NaLu

9. Es Detallista

—¡¿Quieres ser detallista con Lucy?!—Preguntaron sorprendidas las hermanas Strauss.

Estaban los tres en la barra, mientras Lucy hablaba animadamente con Juvia y Levy en unas mesas más alejadas. Daba gracias de que Lucy no fuese una Dragon Slayer porque le habrían mirado directamente justo como hicieron Gajeel, Wendy y Laxus. Era bueno tener a tantos usuarios de magias poco comunes en el gremio, pero no había privacidad. Los cuatro sabían demasiados secretos y los habían ocultado.
Era algo peligroso pero bueno a la vez.

—Sí, pienso que podré avanzar un poco más con Lucy. Además, creo que nunca he sido así con ella. Asique quiero darle una alegría.

—Pero tú ya eres detallista con ella.— Afirmó la peliblanca mayor.

—Es verdad, yo creo que ya haces bastante por ella. Y siempre es muy agradecida contigo, o casi siempre. —Dijo lo último la peliblanca menor con una gotita bajando por su cabeza.

En algunas ocasiones la rubia se ponía muy nerviosa y antes de agradecer al pelirrosa por ayudarle, éste acababa con un chichón en su cabeza. Aunque debía admitir que también llegaba a buscarselo.

—¿Cuándo?— Preguntó extrañado. Jamás recordó haberse comportado así con la rubia. Natsu tenía mala memoria y lo sabía, pero recordaba las cosas que le parecían importantes.

—Todas las veces que te has preocupado por ella. Eso es un buen detalle por una persona. — Dijo Happy, apareciendo tras él.

—¿Tú crees?—Al pelirrosa no le parecía un detalle. Le parecía algo normal.

—Por supuesto. —Afirmaron los tres.

—Por cierto,  Happy. ¿Desde cuándo eres tan filosófico? —Le preguntó al gato.

—¡Eres terrible, Natsu! Siempre lo he sido pero nunca me haces caso.— Se quejó el Exceed.

—¡Pero si solo hablas de peces! Es normal que lo pregunte.

—¡Eres muy malo conmigo, Natsu! ¡Lucy, Natsu es muy malo! —Fue volando hacia la rubia que estaba detrás del pelirrosa, abrazándola.

Las tres mujeres que estaban le miraron con su póker face.

—Lo hiciste llorar. —Le dijeron las tres a la vez.

—¿¡Ahora es mi culpa!?— Se quejó el mago.

—¿De qué estaban hablando?— Preguntó la rubia.

—De nada importante.— Negó el mago rápidamente.

Ya tenía suficiente con que la tres mujeres alrededor suyo lo miraban con la cara de una madre queriendo regañar a su hijo.

—Me voy a casa mejor, ya es tarde. Vamos, Happy.— Dijo el mago.

—¿Eh? ¿Hoy no dormimos en casa de Lucy?—Preguntó extrañado el Exceed. La casa de la rubia parecía casi la casa de ellos.

—Nah, no me apetece dormir en el sillón.

—Si siempre acabas en mi cama. —Dijo la rubia seriamente.

—No me apetece hoy, y ya está. — Dijo el mago, agobiado. Cogió al gato azul y se despidió de las tres mujeres.

—¿Pero que le pasa a ese idiota hoy? Estaba muy borde. —Dijo la maga algo enfadada.

—Es algo complicado. Pero no pienses que está enfadado contigo, Lucy. — Dijo la maga peliblanca menor a la rubia. Ésta se limitó a asentir no muy segura.

—Nee, Lucy. ¿Piensas que Natsu es detallista? —Dijo con una expresión juguetona y ¿dulce a la vez?

La maga celestial lo pensó unos segundos y después miró a ambas peliblancas.