¿Por qué lo quieres? | Versión Lucy | NaLu

5. Es Gracioso

Se encontraban todos en el gremio, montando sus típicas fiestas. Estaban felices ya que ese día, el médico le dijo la fecha exacta en la que nacería el hijo de Levy y Gajeel. Ya tenían una fecha en la que podrían preparar los regalos de su hijo. Ya habían hecho un Baby Shower, pero algunos querían seguir dándole más regalos a la criatura que pronto nacería. Entre ellos estaba la que se había declarado tía oficial del niño.

—¡Ya verás que mi sobrino será tan inteligente como su tía y su madre! —Aseguró la maga celestial.

—Solo espero que no copie las malas manías de su padre. —Dijo la maga de escritura con una gota de sudor sobre su cabeza [ya saben, esa gota enorme xd].

Ambas se giraron a mirar al futuro padre que peleaba con el pelirrosa. Éste se encontraba haciendo sus numeritos de siempre, causando las risas de todo el gremio. Porque aunque él no quisiese, era alguien gracioso, y eso le gustaba a Lucy. Porque era un gran apoyo sobretodo en las malas. Recordaba todas las veces en las que estuvo triste por algo y Natsu le subía el ánimo, y cuándo no estaba triste acababa estando más feliz que antes. Lo cierto esque la maga tenía un tiempo que no lloraba asique el mago no tenía la necesidad de tener que hacer chistes malos para subirle el humor. Sobretodo, porque él se iba encargando de que nada le hiciese llorar y poder ver siempre la sonrisa de su amiga.

Aunque éste día, no iba a poder cumplir su cometido, sin saber las noticias que le iban a llegar a Lucy.

—Mira que es gracioso Natsu. —Mencionó riendo la maga de escritura.

La otra asintió mientras reía igualmente.

—Lucy, tienes una llamada. —Vinó de pronto Mirajane, con un semblante preocupado. Cosa que obviamente alarmó a todos.

—Que raro. ¿Por qué no me llamaron a mi lacrima portátil?

—Seguro que no tienen tú número, pero creo que deberías atenderla. Era algo muy urgente. —Dijo la peliblanca.

Natsu oyó aquello y decidió dejar de pelear con el Dragon Slayer de hierro. El otro también decidió dejar de pelear al oír la conversación.

La rubia asintió. Aquello que dijo Mirajane la preocupó demasiado.

Todos observaban a la rubia y sus gestos o las muecas de sus caras. Poco tiempo después observaron como a la maga se le caía la lacrima portátil al suelo y ella se arrodilló. Tenía unos ojos de tristeza. Pero no de cualquier tipo de tristeza, sino la de haber perdido algo que era muy valioso. Era perdida y oscura, sin ningún brillo.

—N-no puede ser.

Esas fueron sus únicas palabras, ya que después se puso a llorar y a gritar. El mismo escenario y dolor que sintió cuando tuvo que romper la llave de Aquarius para salvar a todos los del gremio. Era un dolor punzante.

Todos la observaban, algunos sorprendidos, ya que antes ya la habían visto llorar, pero nunca antes de aquella manera. Otros asustados, ¿qué pudo haber ocurrido para qué su amiga y compañera reaccionase así? Y otros totalmente preocupados por el estado emocional de su compañera, y el más preocupado era el pelirrosa.

Éste se había encargado de hacer crecer la felicidad de Lucy, de detener sus lágrimas y alejarla de aquello que le causase alguna tristeza. Pero habían casos inevitables. Hizo aquello porque no había nada más que le doliese que ver q su compañera llorando y sin ninguna clase de sonrisa o brillo en sus ojos. Lo odiaba por completo.

Mirajane se acercó a ésta para abrazarla. Y tuviese un hombro donde apoyarse.

Natsu también se acercó para darle también su apoyo.