𝙃𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙦𝙪𝙚𝙙𝙚́ 𝙨𝙤𝙡𝙤 𝙮𝙤 ꧁𝚂𝚊𝚒𝚘𝚞𝚖𝚊/𝚙𝚛𝚎𝚐𝚊𝚖𝚎꧂

𝙿𝚊𝚛𝚝𝚎 8

Sangre.

A mi alrededor tenía tres cuerpos sin vida, Ouma tenía una expresión de pánico y yo tenía agarrada una piedra con sangre en mi mano.

Intenté recordar todo. Poco a poco los recuerdos acabaron en mi mente. Ellos eran quienes estaban golpeando a Ouma ¿no? ¿Entonces lo que hice está bien? Solamente le estaban lastimando y yo le salvé.

Me giré para ver la expresión de Ouma. Él se sobresaltó al ver que me giré. Tenía una cara de miedo, pánico y lágrimas a punto de salir de sus ojos. Yo solamente me acerqué a él y con mis dedos que por desgracia aún tenían algunas gotas de sangre de esos desgraciados, le limpié esas lágrimas antes de que siquiera saliesen de sus ojos mostrándole una sonrisa. Él se sobresaltó más, pero puedo decir que fue una expresión muy tierna viniendo de su parte.

— ¿q..qué vas a hacer conmigo?.. ¿me matarás también..? — Sus expresiones de preocupación cada vez se hacían más tiernas.

— No te pienso hacer nada Ouma. — Dicho esto agarré las llaves de su casa, abrí la puerta, le agarré de la muñeca y entré con él.

— ¿Por qué entras en mi casa? Sería mejor si fueras a t..tu casa. —

— Algunas gotas de sangre te salpicaron. No me iré hasta deshacer las pruebas y quitarte la sangre de esas personas de tu cuerpo. —

— Yo estoy bien, ¡pero tú no puedes dejar los cuerpos fuera! —

— Eso puede esperar. —

— Hablas de eso como su fuera basura..—

— ¿Y no lo es? —

— ¡No es lo mismo! — Ouma se soltó de mi agarre y me miró con varias lágrimas en sus ojos. — Esto no está bien.. acabas de matar a tres personas y estás como si nada.. ¿reaccionaste igual con Rantaro? —

— ¿Por qué siempre acabas hablando de Amami? —

— ¡¿De qué más quieres que hable contigo si tú eres su asesino?! —

— Ouma. —

— ¿Por qué no te vas y ya..? — En ese momento las lágrimas brotaron de sus ojos.

—¿Cómo quieres que me vaya si te ves de esa manera? — Me acerqué a él y le quité las lágrimas. Él me empujó suavemente hacia atrás.

— No quiero que me toques.. —

Nos quedamos en silencio un buen tiempo. Entonces salí de su casa mientras vi como terminó cayéndose al suelo con ambas manos en su pecho mientras lagrimeaba. Yo agarré esos tres cuerpos y los metí en una basura cercana a la casa de Ouma, casi al lado. La cerré bien y la dejé a un lado. Después la quemaría.

Me quedé un buen tiempo fuera de la casa de Ouma, dando vueltas e intentando volver a ser yo. Pero ¿ese acaso no era yo ya? No sé que me estaba pasando. Al cabo de media hora suspiré y decidí volver que entrar en casa de Ouma, aunque sea para pedirle perdón.