No soy un gatito ... Está bien, soy un gatito

Capitulo 4

No fue hasta finales de septiembre que Boy tuvo la oportunidad de volver a encontrarse con su hermano.

Estaba sentado en la biblioteca con Penélope, quien insistió en que la llamara Penny, repasando sus deberes para Aritmancia. En ese tiempo, descubrió que Penny era muy cariñosa. Cada vez que no estaban en clase, le pellizcaba las mejillas (ligeramente), le despeinaba el pelo o le rodeaba los hombros con el brazo.

"Está bien, Buh-Harry", dijo con una voz fingida y severa. "¿Qué libro usaste para esa última parte? Eso no estaba en el libro de la clase ".

Sacudió la cabeza, sacando un libro viejo y polvoriento de su túnica convertida en mochila. "¿Qué obtengo de esto?" Movió el texto fuera de su alcance.

Hizo un puchero exagerado. "¿Preciosa Preciosa Por favor? Tengo algunos de los mejores Honeydukes ".

Entrecerrando los ojos, fingió pensarlo bien. "¿Todo un bar?" La primera vez que había probado chocolate fue hace dos semanas. Penny había estado estudiando y de vez en cuando se metía la mano en el bolsillo y luego se la llevaba a la boca tan rápido que Boy se quedó confundido. Cuando le preguntó qué estaba haciendo, ella deslizó un pequeño cuadrado en su mano, con una advertencia de que no dejara que la bibliotecaria lo viera. Era la cosa más increíble que jamás había probado.

"La mitad", declaró.

Le entregó el libro. "Negociar."

"Vamos, chicos", decía una voz familiar, demasiado fuerte para la etiqueta de la biblioteca. "Aquí es gratis".

Chico miró hacia arriba para ver a Jamie y algunos Gryffindors pavoneándose hacia una mesa cercana. Bueno, eso no fue justo. Jamie era el único fanfarroneando.

Los demás parecían estar disfrutando de su presencia.

"Siento mucho que seas pariente de él", susurró Penny. "Es un pequeño idiota".

El chico solo pudo encogerse de hombros. No lo sabía de ninguna manera, nunca había pasado tiempo con su gemelo, pero no podía decirle eso. En el instante en que Boy dijo algo negativo sobre la familia Potter, supo que Jamie le escribiría a Sir. Eso no pudo suceder. Estaba aprendiendo a ser normal y todo iba bien. Era algo que no estaba dispuesto a poner en peligro.

Cuando salió a la luz la verdad sobre su nombre, empezó a ser acosado por todos lados, especialmente por sus compañeros de casa. Si se revelaba algo sobre los Potter, estaría en serios problemas.

"Capítulo veintiséis", le dijo. "Ahí es donde lo conseguí. Hay mucha más información, pero no la usé porque estaría por encima del límite de longitud ".

"¡Eres una auténtica joya!" Ella chilló, alborotando su cabello de nuevo. "Incluso si estás robando mi alijo de choco".

"Me podrían persuadir para que diga un tercero en su lugar ... si tienes mi favorito". Él sonrió con picardía.

Ella se rió. Puedo lidiar con eso, Buh-Harry. Eres la única razón por la que lo entiendo de todos modos. ¿Cómo puedes soportarlo? ¡La frambuesa, el coco y el caramelo no van de la mano! "

Se inclinó con complicidad. "Ellos si." En verdad, no le importaba tomar una cantidad menor. Nunca antes había comprado dulces, todavía no había encontrado un chocolate que no le gustara, pero solo en pequeñas dosis. Esa fue una lección que había aprendido por las malas. Como las barras eran bastante grandes, un tercio de una le duraría casi una semana si tuviera dos cuadrados por día, lo cual era suficiente para él. Le gustaba tomarlos después del desayuno y el almuerzo. Dejando que se derritieran en su lengua, pudo saborear el sabor durante bastante tiempo.