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Al ver desaparecer la figura de sus amigos todos alegres y contentos, derramo una lagrima, ya ni sabía si eran ilusiones suyas o no, pero sentía poco a poco se iban alejando de ella.
Se secó la lagrima y se dirigió al mismo lugar de siempre, al lugar que le trasmitía calidez y tranquilidad.
Paso todo el día en ese lugar relajándose y despejando todo lo que tenía en mente, para ella todo era nuevo y difícil, se sentía triste y sola. No fue que se paró cuando escucho a lo lejos a un grupo de chicos cantar, guardo sus cosas rápidamente y se acercó a aquel grupo que escucho. Al acercarse se dio cuenta que solo eran simplemente tres jóvenes, siendo dos de sus integrantes hombres y la otra miembro una mujer. La chica llevaba una falda negra, una blusa azul, unos zapatos negros y una diadema recogiendo su cabello, resaltando así a la perfección su bello rostro, el siguiente chico tocaba una guitarra, llevaba uno simples jeans azules, una playera blanca con una cadena dorada, encima de estas llevaba una camiseta blanca con unos tenis amarillo con blanco haciendo que combinara a la perfección su estilo, el ultimo chico llevaba unos anteojos negros, unos pantalones holgados negros, una camiseta blanca larga con un chaleco negro y por ultimo unos zapatos color café.
Pero lo que más le llamo la atención de Rosé eran sus voces, sus voces eran combinaciones entre agudo y grave, pero de alguna manera sentía que tenía un toque de dulzura. Al escuchar sus voces sentía calidez y confortamiento como si fuera una especie de medicina, como si le quisiera transmitir un mensaje. Cerro sus ojos y disfruto de aquel sonido de la guitarra y las voces de aquellos jóvenes, olvidándose así de todos sus problemas que tenía.
Llego a su departamento y vio que eran alrededor de las 12 de la noche, abrió los ojos sorprendida pues nunca había llegado tan tarde a su departamento, ni siquiera cuando, "escapo", al parecer se le fue el tiempo escuchando aquellos jóvenes cantar y hubiera sido capaz de quedarse más tiempo si no se hubiera ido. Se hecho en el sillón que tenía, había sido un día muy largo y duro para ella, cerro sus ojos lista para dormir cuando sonó su celular.
- Que quieres – Contesto molesta
- Ups, perdón si te desperté, pero quería saber si ¿Podía quedarme en tu casa, esta noche? – Pregunto Lisa. Suspiro Rosé – De acuerdo –
- Gracias – Exclamo. - Entonces podrías abrirme por favor, estoy afuera de tu departamento -. Rosé se dirigió hacia la puerta, y al abrirla exactamente estaba su amiga sonriendo. La dejo pasar y le ofreció algo de comer.
- Bueno y se podría saber, porque en media de la noche me llamas para poderte quedar en mi casa, cuando prácticamente estabas afuera de mi puerta, esperando a que abriera – Cuestiono
- Bueno, veraz, después de que fuimos al parque de diversiones decidimos divertirnos un poco más yendo a un antro, entonces Yuju y Jungkook fueron los que más se emborracharon, por lo cual Jimin se ofreció a llevarlos a casa, entonces los subió a su coche y se fue, y fue cuando me di cuenta de cómo es que me iría a casa si estaba lejos, entonces recordé que donde estábamos tú eras la que vivía más cerca, por la cual dije: Oh porque no quedarme con Rosie así sirve de que también pueda verla, por si se llega a sentir mal, Y fue así que llegue aquí – Termino de contarle mientras comía el espagueti que le había ofrecido Rosé.
Rosé solo suspiro, por todo lo que le había contado su gran amiga, al final le termino diciendo a Lisa que se podía dormir con ella en la cama. Lisa solo asintió y ambas fueron a dormirse. Tal vez era algo raro, pero Rosé se sintió contenta de que su amiga estuviera con ella esa noche.
